La pandemia le abrió a China nuevos caminos para ampliar su participación en América a Latina y El Caribe (ALC), según Pepe Zhang, director asociado y miembro del Centro para América Latina Adrienne Arsht del Atlantic Council, fundado hace más de 5 años para resaltar la nueva realidad de América Latina.
Pero, aclaró a Portafolio que el comercio es una cosa y la inversión es otra muy diferente porque “la pandemia ejerció mucha presión a la baja en la región, no sólo de las inversiones extranjeras provenientes de China sino a nivel global”.
Recordó que en 2020 “la inversión China en ALC se mantuvo al nivel del 2019 pero que falta analizar las cifras del 2021. Dudo que hayan aumentado significativamente y esperaría una caída”.
Según el Consejo Chino para el Fomento del Comercio Internacional (CCPIT, por sus siglas en inglés), América Latina y el Caribe es el segundo mayor destino para la inversión extranjera de China, con más de 2.700 empresas de capital chino operando en la región, especialmente en infraestructura de transporte y energía.
En los primeros tres meses del 2021 el comercio entre China, América Latina y El Caribe aumentó en un 45,5% y alcanzó US$331.880 millones, según dato de la XIV Cumbre Empresarial China, América Latina y El Caribe, realizada en noviembre pasado.
Analistas también estiman que el comercio entre China y ALC crecerá en 2022, impulsado por la pandemia.
Directivos del Centro Adrienne Arsht reconocieron a Portafolio que, con la venta de millones de vacunas, China impulsó su industria farmacéutica en la Región y que se espera que el volumen del comercio bilateral alcance el record histórico de los US$400.000 millones en 2022, según proyecciones de entidades oficiales.
Además, expertos reconocen que la rapidez con que China respondió a la crisis sanitaria ocasionada por la pandemia en la región, al ofrecer la compra, acceso y donación de vacunas, respiradores, mascarillas y otros implementos, le abrieron más las puertas comerciales en esta parte del mundo.
Lo mismo le sucedió con la reanudación de relaciones diplomáticas con países como Nicaragua a finales de 2021, después de 31 años de distanciamiento.
También mencionan las buenas relaciones de China con México al enviarle con urgencia la Sinovac, a lo que suman el interés demostrado por impulsar la producción conjunta de ésa vacuna con Brasil, Chile, Colombia.
En el caso concreto de Colombia el proyecto entre la empresa Sinovac y nuestro país quedó suscrito en un memorando firmado con el Ministerio de Salud para producir y fabricar la vacuna contra la covid 19 y contra otras enfermedades como la hepatitis, varicela, neumococo y polio, según el Ministerio colombiano de Industria.
Expertos aseguran que las inversiones chinas en la región, suscritas antes de la pandemia, mantienen su curso normal en la actualidad, lo mismo que avanzan las negociaciones comerciales y tecnológicas, tales como la tecnología 5G en Brasil, la quinta generación de tecnologías de telefonía móvil, al igual que los préstamos que China ha hecho, por largos años, a Argentina y Venezuela, países con una baja calificación crediticia en los mercados.
UNA OPORTUNIDAD
La Secretaria Ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, Cepal, Alicia Bárcena Ibarra, estima que la creciente cooperación entre China, América Latina y El Caribe ofrece hoy, además, “una oportunidad para disminuir las asimetrías globales y apoyar una recuperación económica transformadora inclusiva que promueva el desarrollo sostenible en la línea de 2030”.
La crisis de la covid-19, en su opinión, agudizó las asimetrías entre los países desarrollados y los en vías de desarrollo y eso obliga hoy a repensar el multilateralismo.
En su opinión “es imperativo mejorar la infraestructura digital de la región. China y América Latina y el Caribe deben trabajar juntos para lograr el acceso universal para una sociedad digital inclusiva y para avanzar hacia la 5G y la inteligencia artificial”.
Resaltó, además, que “la gran tarea pendiente de América Latina y el Caribe es avanzar hacia una mayor integración con una visión más pragmática, para que los 32 países que componen la Celac puedan actuar en conjunto en temas estratégicos… (y) propiciar en conjunto una inversión extranjera directa de calidad desde China y lograr mejores condiciones de financiamiento internacional particularmente hacia los países de ingresos medios”.
El interés de China por América Latina y El Caribe no es reciente. Colombia, por ejemplo, restableció relaciones diplomáticas con ése país hace más de 40 años (en 1980) y, desde entonces el comercio bilateral ha crecido tanto que no se descarta la posibilidad que se convierta en nuestro primer socio comercial.
En 2021 el comercio entre Colombia y China debió superar los US$19.000 millones, récord histórico en más de cuatro décadas de relaciones bilaterales, según estimativas oficiales.
Además, la embajada china en Bogotá registró el establecimiento de 20 nuevas empresas para un total de más de 100 firmas chinas en Colombia.