Las cadenas de suministro globales y especialmente los países en desarrollo y más pobres, seguirán sufriendo las consecuencias de la crisis logística mundial, según ha advertido recientemente la directora general de la Organización Mundial de Comercio (OMC), Ngozi Okonjo-Iweal.
En declaraciones recogidas por Financial Times, la nigeriana expresó que los costos de transacción más altos podrían afectar a los países más pobres incluso después de que se resolvieran algunos problemas de la cadena de suministro.
“Pensamos que las interrupciones en la cadena de suministro serían temporales”, dijo Okonjo-Iweala en una reunión organizada por Jeune Afrique Media Group. “Todavía pensamos eso, pero están tardando más en resolverse de lo que esperábamos, tal vez para fines de este año o tal vez hasta el próximo”, agregó.
La OMC pretende convocar una reunión especial de ejecutivos de empresas, ministros y expertos en comercio en el próximo mes para discutir cómo aliviar los bloqueos, una preocupación especial dado que las compañías más pequeñas están siendo excluidas de las redes comerciales por la fricción en la cadena.
Las expectativas del año pasado por la extensión de la crisis por “varios meses” y de carácter “transitorio” se han visto trastocados por los efectos de la variante ómicron que ha obligado a cerrar puertos en China y otros puntos con sectores productivos.
La líder del Comercio advirtió que ciertos problemas estructurales y burocráticos pueden persistir y la preocupación es mayor en el caso de los países en desarrollo. “Hay problemas con muchos países en desarrollo que se encuentran en el extremo largo del transporte marítimo”, dijo. Esto eleva las alertas de que los países más pobres con volúmenes de comercio más pequeños corren el riesgo de verse excluidos de largas cadenas de suministro si los costos de transporte siguen siendo altos.
Uno de los aspectos que podría ayudar en el alivio es la proyección de una demanda menor con respecto al año pasado, lo cual favorecería una mayor capacidad de suministro, dada la presión inflacionaria generalizada y la disminución de las ayudas fiscales. Además, Ngozi Okonjo-Iweal comentó que “las compañías navieras están obteniendo ganancias sin precedentes y algunas están invirtiendo en capacidad”.
En cuanto al rol de las empresas en este aspecto, un estudio reciente de Accenture revela que solo el 13% de las empresas a nivel mundial cuenta con cadenas de suministro capaces de responder al mundo post COVID-19.
De acuerdo con el estudio de la firma, tres cuartas partes de las empresas a nivel mundial quiere repensar sus estrategias, incluidos los procesos y modelos operativos, para hacerlas más resilientes.
La analítica, inteligencia artificial, los gemelos digitales, el internet de las cosas y la nube, entre otras tecnologías, son las llamadas a jugar un rol clave, para ayudar a las empresas a controlar y responder continuamente a las interrupciones dentro de la cadena de suministro.
"Tener mejor información sobre lo que ocurre a lo largo de toda la cadena de suministro conduce a mejores decisiones y más informadas. Por primera vez, las empresas pueden realmente capturar datos de toda la cadena de suministro de varios sectores, consolidarlos en la nube y aplicarles modelos de IA robustos para contar con una visión en tiempo real del estado de sus proveedores", reza la publicación.
Por lo pronto, la cumbre de marzo pretende reunir a compañías navieras, logísticas y comerciales con autoridades y expertos para enfatizar en mejoras, en línea con la cumbre del año pasado realizada por la OMC con el foco en los actores del sector Salud para acelerar la producción y distribución de vacunas.