La Organización Internacional para las Migraciones (OIM), de Naciones Unidas, abogó el lunes en Panamá por rutas más controladas para los miles de migrantes, principalmente haitianos, que van de sur a norte en Latinoamérica en una peligrosa travesía hacia Estados Unidos. El llamado lo hicieron las directoras adjuntas de OIM, Ugochi Daniels y Amy Pope, quienes se encuentran en Panamá para visitar los refugios del gobierno para migrantes que a diario atraviesan a pie y durante al menos cinco días la peligrosa selva del Darién, desde Colombia.
"Es muy importante comprender que el problema de los migrantes en el Tapón del Darién es complicado, no hay una solución de un solo clic", dijo Daniels, directora general adjunta de Operaciones, a la AFP.
Por esa selva virgen, de 575.000 hectáreas, han pasado en 2021 más de 91.000 migrantes, según Migración de Panamá, una cifra equivalente al total de los cinco años anteriores.
Las autoridades panameñas estiman que al final de año la cifra llegará a 150.000. En el camino, los migrantes están expuestos a fuertes lluvias, altas temperaturas, mordedura de animales y también al crimen organizado.
Mientras se trabaja en resolver los problemas de largo plazo, Daniels consideró necesario ofrecer a quienes llegan "asistencia humanitaria, acceso a los servicios de salud, acceso a la protección, ya que han pasado por un viaje largo y muy arriesgado".