En la encuesta participaron 700 personas de entre 18 y 65 años –todos con una cuenta bancaria y el 98% usuarios de la plataforma digital de su banco- en Argentina, Chile, Colombia, Costa Rica, México, Panamá y Perú. Además, se realizaron entrevistas de fondo a directivos de cinco de los principales bancos comerciales.
Aunque el promedio de la región se ubicó en 42%, por países se observan grandes diferencias. Por ejemplo, mientras en México el 23% abrió una cuenta durante el año pasado, en países como Panamá lo hizo el 60% y en Perú y Costa Rica lo hizo el 55%; Colombia, Argentina y Chile, igual que México, están por debajo del promedio de la región.
Uno de los problemas que hay en la región tiene que ver con la educación financiera, por lo que la bancarización no es tan alta como en países desarrollados.
Nuevos jugadores
En América Latina y el mundo, la transformación digital abrió la cancha a nuevos jugadores: los neobacos –instituciones financieras que ofrecen servicios intermediación financiera de forma 100% digital-, que ya tienen presencia en países como México.
“Esto hace que la banca tradicional tenga que tomar acción inmediata para no perder market share (cuota de mercado), pero realmente se convierte en un tema de supervivencia. Banco que no esté montado en este bote de la transformación digital, simplemente no va a existir”, anticipó Perdomo de Backbase.
El 56% de los consumidores afirmó que prefiere abrir una cuenta bancaria por internet en el futuro, contra el 44% que dijo prefiere la atención personal y externó su preocupación por la seguridad, señaló la encuesta.
Entre los retos que hay para que los usuarios de la banca adopten los canales digitales, explicó Nicolás Perdomo, tiene que ver con que encuentre buenas experiencias. “En el momento que esa experiencia no sea favorable, perdiste al cliente”, anticipó al tiempo de asegurar que las buenas experiencias con el banco, los temores que hay en torno a los servicios digitales van a desaparecer.
Para lograr esas buenas experiencias, detalló, se tiene que evitar que haya fricciones, que las plataformas sean “fáciles e intuitivas y que los bancos tengan productos que han sido pensados realmente en el cliente”.