"Estamos viendo una situación de crecimiento enorme de personas que salen de sus países, que se dirigen a la misma región en su gran mayoría, y que adicionalmente los Estados están dando un giro hacia
políticas más restrictivas", explicó Thayer, doctor en Sociología y experto en migraciones.
Las restricciones en las sociedades de destino implican que los migrantes cada vez más tienen que cumplir con mayores requisitos de visa, y trabajar legalmente se les dificulta. Además, los migrantes enfrentan mayores dificultades para ingresar a los países —tanto de tránsito como de destino—, y deja a muchos sin más opción que entrar de forma clandestina.
En Brasil, Perú, Chile y Ecuador, por ejemplo, los Gobiernos han invertido "importantes recursos en militarizar la frontera". Esto obliga a los migrantes a tomar rutas que comúnmente no se utilizan, como atravesar selvas.
A su vez, este tipo de políticas no contemplan "ninguna acción orientada al proceso de integración; o sea, a contener en la sociedad, la llegada tan importante, acelerada y en estas condiciones de precariedad de tantas personas migrantes". Según Thayer, sin estos procesos, los Estados convierten a los migrantes en "
sujetos de expulsión, discriminación, violencia, y los somete a situaciones de mucha pobreza", concluyó.
La xenofobia que echa a venezolanos y haitianos
Aunque las expresiones de rechazo y odio a los migrantes no se ven solo en Chile, en los últimos meses acaparó la mirada internacional por el alto nivel de xenofobia.
Muchos migrantes atraviesan Bolivia para llegar al norte de Chile; y entran por el pueblo chileno de Colchane, un punto común en la frontera, para luego seguir a la ciudad de Iquique, y después a la región Metropolitana. Pero el trayecto implica caminar largas horas por un altiplano, a una altitud de más de 3.600 metros, y algunos no lo logran. Desde enero hasta el 20 de octubre de 2021, al menos 16 personas murieron mientras intentaban llegar a Chile.
La crisis migratoria también está acompañada de
protestas antinmigrantes. A finales de septiembre en Iquique, culminaron con violencia cuando algunos manifestantes atacaron a venezolanos que acampaban en las playas y en las calles.
La xenofobia también la sufren los migrantes haitianos —un grupo que una vez fue el de más rápido crecimiento en Chile—, que en septiembre de 2021 eligieron abandonar el país. Miles de haitianos establecidos en Chile y en Brasil llegaron a Texas en septiembre y pasaron días en refugios improvisados en la ciudad Del Río.
Para Thayer, los grandes problemas migratorios son "producto de una errónea política de frontera, y de una ausencia total de políticas de integración y contención del flujo migratorio".