Latinoamérica debe aumentar el gasto público en salud para avanzar en la recuperación económica de la crisis provocada por COVID-19, urgieron la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
La pandemia reveló la "interdependencia" que existe entre la dimensión sanitaria y la económica, y mostró que es "imperioso" para la región aumentar el gasto público en salud para asegurar un repunte sostenible, señalaron ambos organismos de las Naciones Unidas en un informe conjunto.
"Es hora de transformar los sistemas de salud de América Latina y el Caribe con base en un enfoque de atención primaria de salud, para acelerar la recuperación", afirmó Carissa Etienne, directora de la OPS, al presentar el reporte.
"El año pasado sosteníamos que sin salud no hay economía y hoy reiteramos que sin salud no habrá recuperación económica sostenible", dijo por su parte Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la CEPAL.
En América Latina y el Caribe, el promedio del gasto público en salud es de 3,8 por ciento cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda 6 por ciento.
Solo dos países superan ese 6 por ciento: Cuba y Uruguay. Argentina, Costa Rica y Colombia se acercan, pero la gran mayoría de los 49 países y territorios de la región están muy por detrás, señala el informe.
Además, la situación es muy desigual. Mientras el gasto total en salud (publico y privado) en Cuba y Uruguay supera los 2.000 dólares per cápita, con una proporción del gasto público superior al 70 por ciento (cercana a la de los países de la OCDE), en Haití, Honduras y Venezuela está muy por debajo de los 500 dólares, con una proporción pública inferior al 50 por ciento.
"El subfinanciamiento se refleja en la baja capacidad de los sistemas de salud", señaló Bárcenas durante una videoconferencia. "No tenemos ni las camas suficientes, ni los médicos suficientes".
En la región, la disponibilidad promedio es de 20 médicos por cada 10.000 habitantes, lejos de la media de 35 por cada 10.000 habitantes de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), y de los 30 recomendados por la OMS, según el informe.
Por si fuera poco, "el alto gasto de bolsillo es tremendo", indicó Bárcena. Este rubro representa en promedio en la región el 33,6 por ciento del gasto total en salud, mientras en los países de la OCDE es de 21 por ciento.
Destacó sin embargo los casos de Cuba, Colombia, Uruguay, con gastos de bolsillo de salud de 11, 15 y 17 por ciento del total, respectivamente, menores al resto de la región. En contraposición, en Guatemala, Granada y Honduras superan el 50 por ciento.