Las mujeres de América Latina y el Caribe se encuentran ante la paradoja de la recuperación económica del 2,2 punto porcentual pero solo alcanzaran los niveles de participación laboral que tuvieron hace 13 años, mientras los hombres volverán a los niveles previos a la crisis, destaco Raúl García Buchaca representante de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
Abundó que “6 de cada 10 mujeres de la región se concentran en sectores de alto riesgo afectados por la pandemia, como la manufactura, el comercio, el trabajo doméstico remunerado y el turismo”.
García Buchaca destacó que la crisis por COVID-19 profundizó las desigualdades de género en la región: las mujeres están sobrerrepresentadas en el desempleo, la informalidad, la pobreza, el trabajo doméstico y de cuidados, y en la primera línea de respuesta a la pandemia desde el sector de la salud.
En el marco de Sexagésima Primera Reunión de la Mesa Directiva de la Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe que cuenta con la participación de ministras de la Mujer y autoridades de los mecanismos para el adelanto de las mujeres, organizada por la CEPAL en coordinación con la Entidad de las Naciones Unidas para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de las Mujeres (ONU Mujeres).
El representante de Alicia Bárcena, Secretaria Técnica de la CEPAL abogó por que los países de la región sostengan políticas fiscales expansivas e impulsen un nuevo pacto fiscal con igualdad de género, de manera de contener el impacto de la crisis en la vida de las mujeres y poder invertir en un sector estratégico y dinamizador como la economía del cuidado.
Necesitamos, dijo, un viraje urgente en el estilo de desarrollo para avanzar hacia una sociedad del cuidado en la que se reconozca la interdependencia entre las personas; entre los procesos productivos y la reproducción social; y que ponga la sostenibilidad de la vida humana y del planeta en el centro”.
Mónica Zalaquett, Ministra de la Mujer y la Equidad de Género de Chile manifestó que “hemos sido testigos de la fragilidad de los logros que tanto nos había costado alcanzar en materia de igualdad de género”, en referencia al desplome de la participación laboral femenina, la crisis del cuidado y el aumento de la violencia contra las mujeres.
Agrego que, si algo positivo ha dejado la pandemia, es que sacó a luz la relevancia de las labores de cuidado, y que solo mediante una inyección de recursos en la economía del cuidado, que la dinamice y asegure su sostenibilidad, podemos superar los nudos estructurales de la desigualdad de género y transitar hacia una sociedad del cuidado.
Se destacó el “Mapa Federal del Cuidado” un sitio web interactivo que permite conectar a la ciudadanía con las múltiples ofertas de servicios de cuidado, tanto públicas como privadas, lanzado por el Gobierno de Argentina en conjunto con la CEPAL, así como la Alianza Global por los Cuidados, promovida por el Gobierno de México, a través de Inmujeres y ONU Mujeres, en el marco del Foro Generación Igualdad, entre otras iniciativas que los países de la región han realizado.
En el “Panel de alto nivel: hacia una sociedad del cuidado para una recuperación con igualdad de género y sostenibilidad”, que incluyó la participación autoridades de gobierno y representantes de organismos internacionales, de la sociedad civil y de la academia se presentó el documento de trabajo “Hacia la sociedad del cuidado: los aportes de la Agenda Regional de Género en el marco del desarrollo sostenible”
Ana Güezmes García, directora de la División de Asuntos de Género en la CEPAL destacó que 13.6 millones de personas en América Latina y el Caribe se dedicaban al trabajo doméstico remunerado, nueve de cada diez eran mujeres.
Con la pandemia, el empleo en este sector cayó en toda economía, en México lo hizo hasta en 33.2 por ciento anual durante la primera mitad del año pasado.
Por otro lado, hasta 12.2 por ciento de las mujeres que viven en hogares con niños de entre 0 y 4 años salió del mercado de trabajo, mientras lo mismo ocurrió con 9.4 por ciento de hombres. En las casas donde había niños de entre 5 y 15 años, las salidas por género fueron de 4.6 y 1.2 por ciento, respectivamente.
Lo que evidencia que quienes se están encargando de las tareas de cuidado en los hogares son las mujeres y sobre todo las más jóvenes.