Es mediodía del viernes 17 de septiembre. Faltan pocas horas para que Pierre Cenatus tome el autobús que lo llevará desde la ciudad de Santiago a Iquique, al norte de Chile.
Desde allí, pretende trasladarse hasta la frontera con Perú y salir ilegalmente.
¿Su destino final? No lo sabe. Pero idealmente Estados Unidos o cualquier otro país donde pueda obtener un permiso de residencia.
El haitiano de 28 años lleva sus últimos 7 viviendo en Chile. Llegó en 2014, huyendo de su natal Haití, sumida en una profunda crisis tras el terremoto de 2010, y buscando un sueño: conseguir trabajo, justicia y un hogar donde formar una familia.