El Fondo Monetario Internacional informó que el desempeño económico de Brasil ha sido mejor que lo esperado "en parte debido a la contundente respuesta política de las autoridades" a medida que la economía emerge de la desaceleración provocada por la pandemia del COVID-19.
La visión del Fondo para el crecimiento de la mayor economía de América Latina es de una expansión estimada del 5,3% del Producto Interno Bruto para el 2021, sin cambios frente al pronóstico realizado en julio.
"La incertidumbre en torno a las perspectivas es excepcionalmente alta, pero se considera que los riesgos para el crecimiento están ampliamente equilibrados", dijo el fondo en la conclusión de sus consultas del Artículo IV, discusiones bilaterales celebradas entre el organismo y sus miembros normalmente cada año.
Sin embargo, según el FMI, la pandemia ha exacerbado los retos de larga data para un mayor crecimiento e inclusión socioeconómica.
"El mercado laboral va a la zaga de la recuperación de la producción, y la tasa de desempleo es alta, especialmente entre los jóvenes, las mujeres y los afrobrasileños", dijo el FMI.
En este sentido, el país sudamericano necesita más esfuerzos políticos para impulsar la confianza del mercado y reforzar las perspectivas a medio plazo.
El FMI señaló las necesidades políticas específicas en términos de aumentar la flexibilidad del mercado laboral formal y mejorar la gobernanza, así como fortalecer los marcos anticorrupción.
"También es necesario tomar medidas para seguir mejorando el entorno para la inversión del sector privado", dijo.
El directorio del FMI apoyó la reciente política monetaria del banco central de Brasil, que pretende anclar las expectativas de inflación. La inflación en el gigante sudamericano es la tercera más alta entre los países del G20, por detrás de Argentina y Turquía.
El FMI dijo que el banco central espera que la inflación descienda de forma constante desde los máximos de este año y que alcance el punto medio de su rango objetivo del 3,5% a finales del próximo año.