Mientras la comunidad internacional se prepara para la crucial Cumbre sobre los Sistemas Alimentarios de las Naciones Unidas, representantes de la población juvenil del Caribe plantearon que una transformación exitosa de ese sistema debe incluir a los jóvenes innovadores.
La cumbre se realizará el 23 de septiembre en la sede de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Nueva York, con la mayoría de los participantes en forma virtual, va a abordar soluciones a escala mundial para la inseguridad alimentaria, el hambre y la malnutrición, la pérdida de biodiversidad y el cambio climático, a partir de la producción sostenible de alimentos.
Jóvenes empresarios agrícolas del Caribe Oriental y Barbados se unieron a expertos en agricultura del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) y de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) para debatir sobre su papel en un desarrollo sostenible de la agricultura de sus países.
También compartieron ideas sobre cómo los jóvenes, los gobiernos y los organismos de crédito pueden trabajar juntos para ayudar a los jóvenes en la agricultura.
“¿Qué impide que algunos jóvenes de una comunidad tengan pequeños invernaderos en sus patios y produzcan colectivamente para un mercado determinado”, se preguntó Jeshurun Andrew, defensor de los jóvenes de Santa Lucía, y funcionario de extensión agrícola.
Y añadió: “¿Por qué no vemos a nuestros gobiernos establecer instalaciones de invernaderos, en las que haya entre 50 y 100 de ellos en un espacio determinado, con seguridad compartida, donde los jóvenes puedan alquilar los, con el apoyo de los bancos de desarrollo?”
Andrew dijo que los jóvenes caribeños, que han visto a los agricultores soportar el círculo vicioso de la siembra y la destrucción por las tormentas tropicales y otros riesgos, necesitan tener la seguridad de que cuentan con un apoyo adecuado en los malos tiempos.
“La volatilidad de los precios y el riesgo de catástrofes son cosas a las que los agricultores se enfrentan constantemente. Tal vez el joven que mira la agricultura desde fuera, fue a la escuela y entiende los riesgos asociados a la agricultura, por eso miraría la industria y se sentiría mucho más seguro sabiendo que hay un seguro que puede protegerlo si se mete en la agricultura”, añadió.
Los jóvenes caribeños que promueven un nuevo enfoque para la producción de alimentos en sus países, instan a los gobiernos a que garanticen la continuidad de los programas de educación de los agricultores y a que promulguen políticas de uso del suelo en toda la región que protejan las tierras agrícolas.
Keithlin Caroo, fundadora de Helen’s Daughters, un proyecto con sede en Santa Lucía que potencia el desarrollo económico de las mujeres rurales en la agricultura, dijo que ningún debate sobre la transformación de los sistemas alimentarios está completo si no se abordan las brechas de género en la agricultura.
“Tenemos que incluir a las mujeres en el objetivo de redefinir la narrativa del sector agrícola. Existe el obstáculo de que ‘no pareces un agricultor’, de que no es un trabajo de oficina y de tacones altos para las mujeres, y de que se espera que no nos dediquemos a la agricultura”, dijo sobre algunos estereotipos que enfrentan las jóvenes que quieren trabajar en el sector.
Además, las nuevas generaciones de mujeres que buscan participar en el sector “se enfrentan a obstáculos similares a los de todos los jóvenes en la agricultura, como la falta de financiación y el acceso a la tierra”, explicó.
Caroo cree que es clave una reforma de la financiación en el sector de la agricultura y la alimentación.
Dijo durante el foro, celebrado en el marco del Día Internacional de la Juventud, que las instituciones tradicionales de crédito, como los bancos comerciales, tienen aversión al riesgo y se basan en las garantías, por lo que suelen invertir poco en el sector agrícola.
La especialista sugirió adoptar mecanismos de financiación no tradicionales, especialmente para las mujeres en la agricultura. Se refirió a las mujeres productoras de Santa Lucía con las que trabaja, algunas de las cuales se han asociado con una importante cadena de supermercados para un plan de microcréditos.
Todos los jóvenes panelistas coincidieron en que mejorar el acceso a la financiación para los jóvenes en la agricultura debería ser una prioridad para los gobiernos del Caribe.
Afirmaron que la nutrición también debe ser un rasgo distintivo del impulso para crear sistemas alimentarios resistentes.
“Me convertí en el cambio que quería ver. Consumía principalmente alimentos procesados y decidí cambiar mi dieta. Empecé a comer lo que cultivaba y los miembros de mi familia y la gente de mi comunidad empezaron a ver la diferencia en mí. He influido en la gente que me rodea”, dijo durante su participación Mc Chris Morancie, un dominicano y fundador de Generation Honey, una empresa que produce miel orgánica y otros productos naturales.
El joven detalló que “ahora estoy buscando formas de alimentar positivamente a la gente”.
“No hay muchos alimentos locales en las tiendas ni en los estantes de los supermercados. La competencia con los alimentos procesados está ahí, y tenemos que hacer una mayor mella en el lado natural de las cosas”, planteó.
El evento virtual fue organizado por la Oficina de las Naciones Unidas para Barbados y el Caribe Oriental, en colaboración con la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (Unctad).
El coordinador residente de la Oficina, Didier Trebucq, dijo que el diálogo fue una plataforma importante para que los jóvenes compartieran sus experiencias, ideas y soluciones sobre la transformación de los sistemas alimentarios.
A medida que se acerca la cumbre, “ha llegado el momento de que la ciencia, la política y la innovación se combinen en soluciones reales para transformar la forma en que producimos, consumimos e incluso pensamos en los alimentos. Contamos realmente con los jóvenes para que sean los principales interesados en esto”, aseguró.
“En esta situación de emergencia climática, en la que los jóvenes son uno de los grupos más afectados, tenemos que aprovechar el enorme potencial que tienen para actuar como agentes del cambio en la acción climática y la seguridad alimentaria, y para ello hay que darles voz”, añadió.
El diálogo juvenil celebrado esta semana respondió al llamamiento de las agencias de la ONU para que los jóvenes participen en todos los debates sobre la transformación de los sistemas alimentarios este mes de agosto, como punto focal del Día Internacional de la Juventud 2021, el 12 de agosto.
El lema del día, y de las jornadas de activismo en torno a él, ha tenido de hecho como lema: “Transformar los sistemas alimentarios: Innovación juvenil para la salud humana y planetaria”.