El Fondo Monetario Internacional (FMI), anuncio el lunes la implementación del reparto de reservas por US$ 650.000 millones, destinado a ayudar a sus países miembros a paliar la crisis del covid-19. Se trata de la mayor asignación de derechos especiales de giro (DEG), en la historia del FMI, y una inyección en el brazo para la economía mundial en momentos de una crisis sin precedentes.
¿Cuál es el monto que oficialmente le corresponde a Uruguay? Al país le corresponden US$ 585 millones, equivalente a la cuota de participación en el organismo que es del orden de 0,09%.
"Estos fondos forman parte de las reservas del BCU por lo que se rigen por los mismos criterios que el resto de las reservas. Asimismo, el FMI hizo esta capitalización para dotar de liquidez a los países, particularmente a los más necesitados. Por tanto, esos fondos podrían utilizarse, eventualmente, en la capitalización de algún fondo específico para esos fines", dijeron desde el Ministerio de Economía y Finanzas ante una consulta de El Observador.
"Los DEG van a formar parte de las reservas del banco y por tanto las reservas van a aumentar. No vamos a hacer un uso específico de esos fondos", dijo a El Observador el presidente del Banco Central (BCU), Diego Labat.
De acuerdo a los últimos datos publicados por el BCU, Uruguay tenía al 20 de agosto reservas de libre disponibilidad por US$ 7.210 millones.
Creados en 1969 para complementar las reservas oficiales de los países miembros, los DEG no suponen una moneda ni un crédito frente al FMI. Su valor se basa en una canasta de cinco monedas internacionales: el dólar estadounidense, el euro, la libra esterlina, el yuan chino y el yen japonés.
"Es un gran impulso para el mundo y, si se usa con prudencia, una oportunidad única para luchar contra esta crisis sin precedentes", dijo la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, en un comunicado.
La asignación de estos activos, "proporcionará liquidez adicional al sistema económico mundial, complementando las reservas de divisas de los países y reduciendo su dependencia de una deuda interna o externa más cara", agregó.
Georgieva recordó a los países miembros del FMI que los DEG se pueden usar para apoyar sus economías e intensificar su lucha contra la crisis, pero subrayó que son "un recurso preciado" y recomendó un uso responsable.
Los DEG se distribuyen a los países miembros del FMI en proporción a sus cuotas en la institución. Así, unos US$ 275.000 millones se destinaron a los países emergentes y en desarrollo, de los cuales los países de bajos ingresos recibirán alrededor de US$ 21.000 millones.
Argentina, el mayor deudor del FMI, obtuvo DEG equivalentes a unos US$ 4.400 millones. Brasil, la principal economía latinoamericana, tendrá acceso a alrededor US$ 15.090 millones, en tanto a Haití, el país más pobre de las Américas, se le asignaron unos US$ 244 millones.
Por otro lado, a principios de este mes la Vertiente Artiguista (Frente Amplio), había señalado que Uruguay "debería tomar esos fondos" y destinar los recursos a dos áreas claves que permitan "atender la emergencia social y la recuperación económica".
En primer lugar mencionaron la creación de un fondo destinado al fomento de la ciencia y la tecnología. Explican que son sectores claves que permitieron afrontar de "mejor manera la pandemia" y que constituyen "palancas fundamentales para el desarrollo futuro del país".
También mencionaron como necesario "realizar una fuerte inversión en viviendas e infraestructura edilicia" que permita atender la demanda insatisfecha y contribuir a la erradicación de asentamientos a la vez que impulse la reactivación de la economía y el empleo.