Los países centroamericanos están esperando ver ansiosamente si la adopción del bitcóin por parte de El Salvador como moneda de curso legal paralela reduce el costo de las remesas, una importante fuente de ingresos para millones en la zona, dijo el banco de desarrollo de la región.
Los aliados del presidente Nayib Bukele en el Congreso aprobaron en junio una legislación que otorga a la criptomoneda el estatus de moneda oficial junto con el dólar estadounidense, una novedad en el mundo. La medida entrará en vigor en septiembre.
Bukele ha promocionado la adopción del bitcóin como una forma de facilitar los pagos de remesas de los salvadoreños que viven en el extranjero.
"Todos están viendo si a El Salvador le va bien y, por ejemplo, si el costo de las remesas bajara sustancialmente (...) Probablemente otros países van a buscar esa ventaja y lo van a adoptar", dijo a Reuters, Dante Mossi , presidente ejecutivo del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE).
Mossi calificó el plan como un "experimento fuera de serie" orientado a elevar la inclusión financiera en una región donde muchas personas carecen de acceso a cuentas bancarias o tarjetas de crédito y dependencia del enviado a casa por familiares que viven en Estados Unidos.
El BCIE, el banco de desarrollo regional, está brindando asistencia técnica a El Salvador en la implementación de la criptomoneda.
Mossi explicó que las naciones centroamericanas que reciben la mayor cantidad de remesas son las que tienen más probabilidades de favorecer el uso de bitcóin.
"Guatemala, Honduras y El Salvador son los países que más tendrían que ganar si la adopción del bitcóin bajase el costo de enviar remesas", afirmó.
El bitcóin ofrece, en teoría, una forma rápida y económica de enviar dinero a través de las fronteras sin depender de los canales tradicionales.
El jefe de inversiones del BCIE, Carlos Sánchez, dijo que la asistencia técnica del banco se centra en ayudar a El Salvador a diseñar un marco legal para la adopción de bitcóin y garantizar que se cumplan los estrictos protocolos internacionales de lavado de dinero.
La asistencia está destinada a ayudar a El Salvador a "navegar aguas que todavía no conocen", aseveró Sánchez.