Ginebra - Me siento profundamente preocupado por la, cada vez más grave en Afganistán - sobre todo por el impacto que la misma tiene sobre las poblaciones móviles y desplazadas, entre ellas la de los retornados.
Los últimos días hemos sido testigos de un aumento ineludible de los enfrentamientos en las provincias de Helmand, Kandahar, Herat, Kunduz y Nimroz, que agregaron un sufrimiento indescriptible a un país con más de 5 millones de personas desplazadas internamente.
Mientras la cifra de personas desplazadas en 2021 debido al conflicto en todo el país ha aumentado hasta llegar a más de 359.000, la OIM seguirá brindando su apoyo al pueblo de Afganistán, mediante la entrega de tiendas de emergencia, artículos esenciales de socorro y asistencia de protección. Además de la dinámica de desplazamiento interno, Afganistán sigue siendo testigo de cifras récord de retornados indocumentados en 2021; más de 680.000 afganos retornaron en los primeros siete meses de este año, de acuerdo con el Equipo de Monitoreo de Fronteras del Directorio de Refugiados y Repatriación (DoRR).
El país está también en las vísperas de una tercera ola de COVID-19 y de sufrir una severa sequía. Estos factores dejan casi la mitad de la población de Afganistán con la necesidad de acceder a asistencia de emergencia, y se espera también que las necesidades sigan aumenten.
La OIM junto al resto de la comunidad humanitaria ha manifestado su compromiso de permanecer en el lugar y proporcionar socorro y asistencia a las poblaciones móviles y desplazadas en Afganistán. Seguiremos operando de manera neutral e imparcial, pero insistiremos en lo relativo a un acceso irrestricto ya contar con garantías de que nuestros proveedores de servicios y nuestro personal pueden brindar la asistencia y los servicios correspondientes - en particular a mujeres y jóvenes ya los más vulnerables - sin interferencia alguna.
Urgimos a todas las partes en la zona de conflicto y en los países vecinos para que hagan todo lo que esté a su alcance a fin de asegurar que los puntos de cruce en la frontera sigan abiertos y que los trabajadores humanitarios puedan llegar hasta las poblaciones vulnerables en las zonas fronterizas.
También hago un llamamiento a la comunidad internacional ya nuestros donantes para que apoyen nuestros esfuerzos y no abandonen a Afganistán en este momento tan crítico.