Así destacó el secretario general de la ONU, António Guterres, en su cuenta oficial en Twitter y mencionó tres áreas a las cuales dar prioridad en aras de mejorar el acceso a esas dosis.
En tal sentido, indica que urge un mayor intercambio de tecnología y conocimientos, el fortalecimiento y desarrollo de capacidades de producción local en todo el mundo, y el abordaje de los cuellos de botella en las cadenas de suministros.
Desde mediados de 2020, el máximo representante de Naciones Unidas ha recalcado que en primer lugar, para hacer frente a la pandemia de Covid-19 es necesario garantizar una distribución equitativa de los inmunizantes.
Recientemente, un informe conjunto del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Universidad de Oxford indicó que la desigualdad en el acceso a las vacunas antiCovid-19 tendrá un efecto duradero y profundo en la recuperación socioeconómica.
Llegó la hora de garantizar rápidamente vacunas, eliminar barreras al aumento de la fabricación y ofrecer apoyo financiero dirigido a distribuirlas equitativamente con el fin de lograr una verdadera recuperación económica mundial, recalcó ese reporte.
Por su parte, el representante de la OMS en Egipto, Gaeema Al Gasseer, lamentó la falta de disponibilidad de inmunizantes para los países menos desarrollados.
El plan inicial era distribuir dos mil millones de dosis entre esas naciones a través del mecanismo Covax -iniciativa global impulsada para tal fin-, pero fue imposible alcanzar la cifra porque la producción es menor que la demanda, subrayó en una entrevista con el diario Al Ahram.
Si bien el objetivo era inmunizar al 10 por ciento de la población mundial en septiembre de 2021, el 40 por ciento en diciembre y el 70 por ciento para el próximo año, esto no se logró, expuso Al Gasseer.
Como ejemplo citó el caso de África, donde se vacunó hasta la fecha a menos del uno por ciento de sus habitantes.