En lo que va del año, más de 42.000 migrantes arribaron a Panamá a través de la inhóspita región del Darién con la intención de llegar a Norteamérica, una cifra récord que seguiría creciendo a raíz de la reapertura de las fronteras a medida que se supera la pandemia del coronavirus, dijeron autoridades.
El ministro de Seguridad, Juan Pino, recordó a periodistas que el año con mayor flujo de migrantes a través del istmo fue 2016, cuando más de 25.000 extranjeros ingresaron de manera irregular procedentes de Haití y Cuba, mayormente.
"Este año ha sido muy crucial, más de 42.000 migrantes ya han pasado por Panamá y se espera que esto vaya en aumento", aseguró Pino el miércoles durante una reunión policial.
Hasta junio, el Servicio Nacional de Migración había registrado el tránsito irregular de 26.992 personas.
Los migrantes suelen arriban vía terrestre a través del Tapón del Darién, una región selvática casi inexpugnable que divide a Panamá de Colombia. Los migrantes huyen de las crisis en casa y se exponen a bandas del crimen organizado, condiciones climáticas extremas y animales salvajes.
A su llegada a Panamá, por lo general permanecen algunas semanas en albergues, y luego son trasladados hacia la frontera con Costa Rica a través del programa flujo controlado.
"El único interés de ellos es pasar por Panamá para ir a Estados Unidos y Canadá", explicó Pino.
En 2020, el tránsito de migrantes se redujo por el cierre de fronteras y otras medidas para evitar los contagios de coronavirus. Ese año pasaron por Panamá 8.594 migrantes, un 61% menos que en 2019, de acuerdo a cifras de Migración.