El mecanismo COVAX, que tiene por misión la distribución equitativa de las vacunas contra el COVID-19 en todo el mundo, ha emitido un llamamiento para que los países acepten todas las vacunas aprobadas por la Organización Mundial de la Salud en sus políticas relacionadas con las medidas de prevención en los viajes nacionales, regionales y locales.
Cualquier medida que permita que las personas protegidas solo con unas determinadas vacunas se beneficien de la reapertura de los viajes crearía un sistema doble, ampliando aún más la brecha mundial de vacunas y agravando las desigualdades que tenemos, ya que tendría un impacto negativo en el crecimiento de las economías que ya están sufriendo más.
Tales decisiones están socavando ya la confianza en las vacunas que han demostrado ser seguras y efectivas, lo que afecta a su aceptación colocando potencialmente en riesgo a miles de millones de personas. En un momento en que el mundo está tratando de reanudar el comercio y los viajes, esto es contraproducente, tanto en espíritu como en resultados.