De acuerdo con analistas, aunque Colombia tuvo la oportunidad de emitir por primera vez bonos de 30 y 40 años debido a su buen comportamiento y una tendencia global, estos títulos podrían rebajar esos plazos y las tasas de interés podrían seguir subiendo.
Y es que con la decisión de S&P Global, que rebajó la calificación de BBB- a BB+ a Colombia, lo que le da señales a los inversionistas extranjeros sobre la sostenibilidad fiscal del país y qué tan viable es apostarle a los títulos, ya se vio una volatilidad del mercado.
Según le explicó a este diario César Arias, director de crédito público del Ministerio de Hacienda, la tasa de interés colombiana subió de 5,5% a 7% en los últimos meses. Eso sí, detalla que la incertidumbre fiscal del país y la rebaja de la calificación tuvo que ver en un 40% o 45% en esa alza, el resto estuvo relacionado con el alza de las tasas en Estados Unidos.
Incluso, explicó Sergio Olarte, economista principal de Scotiabank Colpatria, “una vez se supo de la decisión de S&P, a los dos o tres días se empezó a ver una entrada de capitales, de agentes internacionales comprando TES, especialmente con vencimiento a largo plazo. Eso de alguna manera lo que dice es que ese efecto ha sido marginal. Y aunque falta saber qué pasa con la calificadora Fitch Ratings, se ha visto un apetito de riesgo mayor por parte de los inversionistas internacionales a unas tasas de interés relativamente altas”.
Y ahora bien, aunque todavía falta que las otras calificadoras tomen una decisión sobre la nota soberana, la incertidumbre fiscal y política por la que atraviesa el país puede afectar ese impulso de Colombia.
Para Juan David Ballén, director de análisis y estrategia de Casa de Bolsa, “la falta de claridad con lo que puede pasar con la tributaria y el alto de nivel de deuda es una preocupación para los inversionistas. Ese ruido es lo que ha influido en que la demanda de los TES de largo plazo, como la reforma y la cercanía de las elecciones, hace que tengan sus dudas y prefieran demandar no tan a largo plazo”, apuntó.
No obstante ese comportamiento, Arias agregó que aún así el país ha logrado subir la vida media de los bonos en el mercado externo, pues en diciembre el promedio era de 11,2 años y en abril estaba en 12,7 años.
Incluso, Daniel Velandia, economista jefe de Credicorp Capital, dice que “aunque la probabilidad de que rebajen la calificación es alta y el mercado puede tener algo de volatilidad, lo peor ya lo vimos en abril y mayo”.
LA TRIBUTARIA
Aunque hay todavía un apetito por los TES colombianos, con los que ya se logró una entrada de $10 billones a junio, lo que suceda en ese mercado dependerá en buena parte de que se resuelvan puntos clave de sostenibilidad fiscal en los próximos meses, además de la coyuntura global que le apunta a un alza de las tasas.
Para Velandia, “una reforma tributaria puede tranquilizar a los inversionistas y tiene que haber una señal en ese sentido. Estarán pendientes de los tipos de medidas que se implementen, si son consistentes con el mercado de mediano plazo y si son temporales o permanentes”.
En ese punto, el director de crédito público apuntó que precisamente desde el Gobierno están buscando los consensos para tramitar una “reforma de inversión social que tenga un componente de ayudas, de estabilidad de las finanzas públicas y que dé un ancla fiscal para darle tranquilidad a los mercados”.
De hecho, en el Marco Fiscal de Mediano Plazo (MFMP) el Gobierno también trazó un camino con respecto a la deuda pública, que no bajaría del 60% del PIB en los próximos 10 años, y también apuntó que algunas de esas variables podrían cambiar con el resultado final del debate de la tributaria en el Congreso.
Con respecto a eso, Olarte dijo que “el MFMP lanzó mensajes importantes. Uno es que reconoce unos problemas fiscales importantes y que la deuda pública no va a poder bajar sino hasta 2024 aproximadamente. Sin embargo, tiene el compromiso de enviar un mensaje de responsabilidad fiscal, que se va a pagar la deuda y por eso se insiste en la reforma fiscal que se radique el 20 de julio próximo”.
Con ese panorama, los analistas y Arias coinciden en que no obstante el país tiene sus estrategias para aumentar el plazo de vencimiento de los TES, el panorama de cara a la inversión extranjera está atada a resolver la incertidumbre fiscal con la tributaria y lo que suceda con el país en términos políticos y sociales.