“Los países latinoamericanos se enfrentan a un nivel de desplazamiento sin precedentes. Sin embargo, han asumido el desafío con una generosidad y dedicación únicas para encontrar soluciones dignas para quienes se ven obligados a huir”, dijo el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados al término de su visita de una semana a tres países de la región.
Filippo Grandi aplaudió la solidaridad y compromiso de proteger a los refugiados, solicitantes de asilo y otras personas desplazadas que han mostrado las naciones de América Latina, una región que vive la segunda mayor crisis de desplazamiento externo del mundo, con 5,6 millones de refugiados y migrantes venezolanos. El continente americano alberga al 20% de los 82,4 millones de personas desplazadas forzadamente del planeta.
En su viaje por Panamá, Colombia y Ecuador, Grandi observó con beneplácito los programas de regularización a gran escala que buscan integrar a las personas desplazadas de manera que tengan un sustento y, al mismo tiempo, beneficien a las comunidades que los acogen.
El titular de ACNUR destacó que todos estos esfuerzos se llevan a cabo a pesar de la emergencia que viven los países a causa de la pandemia de COVID-19.
Pasos valientes y audaces
“Países como Colombia y Ecuador están dando pasos valientes y audaces para aprovechar todo el potencial de los refugiados y otros desplazados. Los países latinoamericanos son un ejemplo para el mundo sobre cómo proteger a las personas ”, dijo.
Agregó que los refugiados y otras personas desplazadas pueden convertirse en agentes de cambio y contribuir a las comunidades que los acogen si se les brinda la oportunidad y las herramientas para prosperar.
“En este sentido, el resto del mundo puede aprender mucho sobre la inclusión e integración de refugiados en América Latina y el Caribe”, recalcó.
La inclusión es la mejor protección
De acuerdo con Grandi, la inclusión es la forma de protección más práctica, concreta y beneficiosa para todos. “Ayuda a los niños a recibir una educación, a que las personas reciban el tratamiento médico que necesitan, previene la explotación y el abuso y apoya a las personas para que adquieran la dignidad del trabajo autónomo”, explicó.
“La inclusión es la nueva protección”, afirmó el Alto Comisionado.
En este renglón, indicó que decidió celebrar en América Latina el Día Mundial del Refugiado, conmemorado cada 20 de junio, como un reconocimiento a los avances logrados en la región en la protección e inclusión de los refugiados y otras personas desplazadas.
El viaje
El viaje de Grandi empezó en Panamá, donde participó en la conferencia de Donantes Internacionales para Refugiados y Migrantes de Venezuela. Panamá es hogar de más de 2500 refugiados y cerca de 13.000 solicitantes de asilo de diferentes países.
Su siguiente escala fue Colombia, país que ha empezado el proceso para otorgar estatus de protección temporal a más de un millón de venezolanos. Ahí, Grandi se reunió con el presidente y otras autoridades nacionales y locales, así como con refugiados y migrantes venezolanos para conocer sus necesidades e inquietudes.
Para terminar su misión, el Alto Comisionado viajó a Ecuador, donde el presidente Guillermo Lasso anunció un nuevo proceso de regularización para los venezolanos en el país. Ecuador acoge a unos 430.000 refugiados y migrantes de Venezuela y ha reconocido a más de 70.000 refugiados, la mayoría de Colombia. En Quito, se reunió con el vicepresidente y miembros de la sociedad civil, incluidas asociaciones de refugiados y migrantes. También se unió al sector privado en el lanzamiento de una nueva estrategia para integrar a las personas desplazadas por la fuerza en el mercado laboral con el fin de apoyar su integración socioeconómica.