Las perspectivas económicas mundiales mejoran a medida que la introducción de vacunas permite a las empresas reanudar su actividad y que Estados Unidos inyecta billones de dólares en la mayor economía del mundo, según dijo este lunes la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que elevó sus previsiones.
La economía mundial crecerá un 5,8% este año y un 4,4% el próximo dijo la organización, elevando sus estimaciones desde el 5,6% y el 4,0% respectivamente que calculaba en el informe de marzo.
La economía mundial ha vuelto a los niveles de actividad anteriores a la pandemia, pero aún no ha alcanzado el crecimiento esperado antes de la crisis sanitaria mundial, dijo la OCDE en su última publicación de Perspectivas Económicas.
En Latinoamérica, la recuperación estará liderada por Colombia, con un crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) del 7,6%, después de una contracción del 6,8% en 2020.
No obstante, la institución dirigida por Ángel Gurría advirtió que el malestar social vivido en las últimas semanas y la vuelta a la movilidad de personas impulsarán una recuperación más larga de lo esperado. En este contexto, la proyección para el PIB colombiano es que se el ritmo de crecimiento se atempere hasta el 3,5% en 2022.
Pese a las buenas proyecciones macroeconómicas, la organización ha alertado de varios riesgos para el país andino. Entre otros puntos, las campañas de vacunación avanzan a un ritmo más lento que otros países como Chile, a lo que se añade que las posibles restricciones adicionales y la incertidumbre sobre las perspectivas de una reforma tributaria puedan debilitar la recuperación.
La OCDE recomienda la puesta en marcha de una respuesta fiscal "significativa" para continuar apoyando de manera adecuada a la economía durante 2021. Esta respuesta debe tener en cuenta un paquete de reformas que fortalezca la sostenibilidad fiscal del país, abordando las deficiencias estructurales del sistema tributario, incluida la escasa progresividad y equidad de impuesto.
Así, el organismo cree que alcanzar un consenso para aumentar los ingresos públicos, los cuales son "comparativamente bajos ahora", aumentaría la confianza del país sin dañar la incipiente recuperación, que seguirá necesitando apoyos fiscales en 2022.
Brasil deberá controlar el virus para su recuperación. Las previsiones en Brasil apuntan a un crecimiento del 3,7% este año y del 2,5% en 2022. El club con sede en París ha explicado que pese al gran número de contagios y fallecidos por la pandemia, la economía brasileña se recuperó fuertemente a finales de 2020.
En este contexto, la OCDE alerta de la necesidad de adoptar medidas para controlar rápidamente la epidemia, ya que la evolución económica del país está estrechamente ligada a la evolución del virus.
Con respecto a la inflación, la OCDE observa un repunte que se espera que esté por encima del rango objetivo del 3,75% (con 1,5 puntos de tolerancia) durante algún tiempo. Esto provocará un escenario en el que el manejo de la política fiscal y monetaria se tornará más complicada, ya que, al tiempo que las autoridades suben los tipos de interés para controlar el aumento de precios, se enfrentan a la encrucijada de mantener los estímulos fiscales para la población.
Otro frente abierto para Brasil es la deuda pública, que ha superado la barrera del 90% del PIB tras el paso de la pandemia. Todo ello ha limitado el margen del Gobierno para desplegar un mayor apoyo fiscal.
Chile, a la cabeza en el despliegue de vacunas. Al contrario que en Brasil, en Chile la OCDE aplaude la rápida distribución de vacunas desarrollada por la Administración de Sebastián Piñera. En este contexto, e impulsada por unas mejores perspectivas globales, la economía del país andino experimentará una recuperación sólida, con crecimientos del 6,7% y del 3,5% en 2021 y 2022, respectivamente.
El consumo privado será el principal conductor de este crecimiento, acompañado por medidas políticas que apoyen a los hogares. Asimismo, el organismo apunta que los niveles de inversión se recuperarán lentamente en el marco del repunte en los precios del cobre y el aumento de la inversión pública.
Al igual que en Brasil, la inflación repuntará de manera puntual, impulsada principalmente por los precios de los energéticos y las limitaciones de suministro. La previsión es que converja hacia el 3% a finales de año.
Por otro lado, la OCDE apuesta porque la creación de trabajo formal se recuperará de manera gradual, apoyada por los subsidios a la contratación. Además, el organismo aconseja fomentar la inversión en educación cualificada, infraestructura digital y de transportes.
Costa Rica crecerá de media un 2,5%. Costa Rica, recientemente admitida como miembro de la OCDE, crecerá a un ritmo del 2,5% en 2021 y del 3,4% en 2022, según previsiones del organismo, apoyada por una fuerte demanda externa de sus principales socios comerciales.
Al igual que en el resto de países latinoamericanos, la inflación aumentará lentamente, pero permanecerá por debajo de la tasa objetivo del 3%.
Entre las recomendaciones al país centroamericano, la OCDE aconseja la implementación de reformas en el empleo público, la reducción de exenciones fiscales regresivas y la continuación de reasignaciones del gasto hacia la protección social para garantizar la sostenibilidad de la deuda.
México dependerá del impulso de Estados Unidos. En México, la OCDE proyecta que la economía se expanda un 5% en 2021 y un 3,2% en 2022, en el marco del impulso precedido por la recuperación estadounidense y el crecimiento de las exportaciones manufactureras.
El mercado laboral mexicano está mejorando, aunque de forma muy gradual. Desde el inicio de la pandemia se han perdido casi 550.000 empleos y las brechas de género en el mercado laboral han aumentado debido a que las mujeres se vieron "desproporcionalmente" afectadas por la crisis. Por ello, la OCDE ha advertido del riesgo de una recuperación "a dos velocidades" en el país norteamericano.
En cuanto a la inflación, la OCDE prevé un aumento en el primer semestre de 2021 por el incremento en los precios de los energéticos, aunque se espera que disminuya en el medio plazo.
La institución dirigida por Ángel Gurría ha advertido de que la pobreza, las desigualdades y las brechas de género se han exacerbado con el paso de la pandemia. Por ello, acelerar las campañas de vacunación es "fundamental" para revitalizar la recuperación azteca.
Otras recomendaciones para México pasan por el refuerzo de la inversión privada, la cual será clave para una recuperación más sólida, en particular mediante la reducción de la incertidumbre en algunos sectores estratégicos.
Argentina no volverá a niveles pre COVID hasta 2023. Las previsiones para Argentina apuntan a un crecimiento del 6,1% en 2021 y del 1,8% en 2022, cuando la economía todavía estará por debajo de los niveles de actividad prepandémicos.
El organismo señala que los desequilibrios macroeconómicos del paí, las nuevas restricciones de movilidad y la persistente hiperinflación limitarán la recuperación.
En términos laborales, la OCDE aprecia que la creación de empleo se recupera lentamente, pero pone el foco en la informalidad, la cual "sigue siendo motivo de preocupación".
La organización recomienda a las autoridades argentinas trazar un camino a medio plazo hacia la sostenibilidad fiscal, ya que ayudaría a fomentar la confianza y reforzar el clima de inversión. Asimismo, las mejoras en la eficiencia del gasto público y la revisión de exenciones en el sistema tributario presentaría un amplio margen para el ahorro fiscal.
De su lado, la expansión de las transferencias monetarias del Gobierno puede ayudar a reducir la pobreza, que afecta al 42% de la población.