La variante P.1 del nuevo coronavirus, identificada por primera vez en Manaos, capital del estado brasileño de Amazonas (norte), ha sido reportada oficialmente en 21 países del continente americano, por lo que expertos han llamado a extremar las medidas para mitigar la propagación de esta y otras variantes.
Sylvain Aldighieri, gerente de incidente para COVID-19 de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), explicó a Xinhua durante una videoconferencia que la variante P.1 fue inicialmente identificada en Brasil a finales de diciembre del 2020.
"Ha sido oficialmente reportada hasta hace dos días (17 de mayo) en 21 países y territorios de las Américas, incluyendo los países de América del Norte", precisó el experto.
Aldighieri señaló que "si bien esa variante es predominante en Brasil, su detección ha sido esporádica en la mayoría de los países, pero con transmisión comunitaria principalmente en Chile, Perú y Argentina".
El representante de la OPS consideró que "si bien se ha demostrado que esa variante P.1 tiene una mayor capacidad de transmisión, no existe evidencia para inferir que el virus sea más agresivo o letal".
"Sin embargo, es importante tener en cuenta que al aumentar la propagación, y por lo tanto el número de individuos infectados, también aumenta la posibilidad de que aparezcan casos graves", advirtió.
Aldighieri afirmó que "independientemente del tipo de variante que se encuentre circulando, todas las medidas de control implementadas ya conocidas, incluyendo el uso de la mascarilla, el distanciamiento físico y ahora la vacunación, siguen siendo efectivas".
"Por lo tanto, deben mantenerse para poder detener la transmisión y mantenerse en aspectos de medidas de salud pública, de manera muy estricta y monitoreada", instó el experto.
El asesor de la OPS sobre enfermedades víricas emergentes, Jairo Méndez Rico, dijo recientemente en un seminario que las mutaciones son naturales en el proceso de evolución y adaptación de los virus.
Cuando estas variantes tienen un impacto o riesgo potencial para la salud pública, se consideran "variantes de preocupación". Las cuatro de ese tipo que se han detectado en las Américas incluyen las originadas en el Reino Unido (B 1.1.7), Sudáfrica (B.1.351), Brasil (P.1) e India (B.1.617).
La variante P.1 ha impulsado una nueva ola de contagios en la región.
En Argentina, un informe publicado el 9 de mayo pasado por el Consorcio interinstitucional para la Secuenciación del genoma y estudios genómicos de SARS-CoV-2 (denominado Proyecto PAIS), determinó el predominio de la variante P.1.
El reporte estableció que la variante brasileña fue la primera en cuanto a frecuencia y estuvo presente en el 31,3 por ciento de los casos de la ciudad de Buenos Aires (centro), en el 42,9 por ciento de los contagios de la ciudad de Mar del Plata (este), en el 70,7 por ciento de los casos analizados del Gran La Plata (centro) y en el 46,6 por ciento de los casos provenientes de la ciudad de San Luis (centro).
Omar Sued, presidente de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI) y director de Investigaciones Clínicas de la Fundación Huésped, dijo a la prensa local que en Argentina se observa "un aumento de casos graves entre jóvenes y niños".
"Esto se debe a que el 80 por ciento de las personas mayores ya están vacunadas, entonces la gente que está llegando a las terapias son más jóvenes. Esto tiene que ver claramente con la irrupción de nuevas variantes", explicó.