La comunidad internacional debe hacer "todo lo posible" para reducir la violencia en Gaza e Israel, que ha dejado cientos de muertos y heridos, declaró la jefa de asuntos políticos de la ONU, quien pidió a todos los implicados en los combates que permitan "intensificar los esfuerzos de mediación", lo que también puede ayudar a frenar una creciente crisis humanitaria en la Franja de Gaza.
En su discurso ante el Consejo de Seguridad en una sesión dedicada a la Cuestión de Palestina, Rosemary DiCarlo señaló que hasta el momento la ONU ha estado "activamente involucrada" en la mediación y que los combates entre el grupo extremista Hamás y las fuerzas israelíes, que se han cobrado la vida de más de 200 civiles de ambos bandos, incluidos niños, son un "trágico recordatorio" de la necesidad de encontrar una salida para acabar con el conflicto entre palestinos e israelíes, "de una vez por todas".
"En ausencia de tal proceso, lamentablemente estamos abocados a presenciar más episodios de tensiones y desesperación. La gente de ambas partes se merece mucho más que eso", destacó.
Señaló que las escenas de violencia comunitaria en el interior de Israel tampoco tienen "precedentes" y que la continuación de la escalada tendría "consecuencias devastadoras" para toda la región.
Di Carlo añadió que, si continúa la espiral de violencia de los últimos nueve días, "las necesidades humanitarias aumentarán considerablemente, especialmente en Gaza, donde la situación ya es desesperada".
“No hay ningún lugar seguro en Gaza”
Al mismo tiempo, el Coordinador del Socorro de Emergencia se unió hoy al llamamiento del pasado domingo del Secretario General, António Guterres, donde pedía el cese inmediato de las hostilidades.
“Estos actos no han traído más que muerte, destrucción y trauma generalizado en todo el territorio palestino ocupado e Israel”, afirma Mark Lowcock en un comunicado.
Lowcock se mostró preocupado por la elevada frecuencia de los bombardeos israelíes en Gaza.
“No hay ningún lugar seguro en Gaza, donde dos millones de personas han sido aisladas por la fuerza durante más de 13 años. El lanzamiento indiscriminado de cohetes por parte de grupos armados hacia zonas pobladas de Israel es inaceptable y debe terminar”, afirmó.
A continuación, destacó que la respuesta humanitaria a la actual crisis pasa por dos cuestiones fundamentales: una financiación adecuada que permita una respuesta rápida (la coordinadora especial adjunta para el Proceso de Paz en Oriente Medio, Lynn hastings, espera liberar unos 14 millones de dólares del Fondo Humanitario de los Territorios Palestinos Ocupados) y el acceso a los pasos fronterizos de Gaza.
El conteo de víctimas sigue al alza
Desde el estallido de violencia la semana pasada entre israelíes y palestinos ya han fallecido más de 220 personas en Gaza y Cisjordania y 10 en Israel, según informaron este martes los trabajadores humanitarios de la ONU, que pidieron un mayor acceso a los Territorios Palestinos Ocupados y el fin de las hostilidades.
Durante una sesión informativa en Ginebra, el portavoz de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios, Jens Laerke, explicó que "en Cisjordania y en la Franja de Gaza hay más de 6000 heridos. En Israel, el recuento de víctimas, trágicamente también, hasta ayer, era de 10 muertos totales y casi 800 heridos (…) debido a los ataques con cohetes palestinos desde barrios civiles muy poblados hacia centros de población civil en Israel".
Laerke también cifró en 60.000 el número de personas que se han visto obligadas a abandonar o huir de sus hogares en Gaza y que unas 47.000 encontraron refugio en las escuelas del Organismo de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina (UNRWA).
Estos guarismos coinciden con la advertencia lanzada ayer por el Programa Mundial de Alimentos de que la crisis ha conducido a 160.000 personas más a una situación de inseguridad alimentaria.
Según los datos del Ministerio de Obras Públicas y Vivienda que aportó el vocero, hasta este lunes la destrucción de inmuebles en Gaza incluía 132 edificios, contando entre ellos a 621 viviendas y locales comerciales.
Los hospitales también sufren las consecuencias de los ataques
La representante de la Organización Mundial de la Salud en la sesión informativa también confirmó que los profesionales y las instalaciones médicas están en peligro.
"En la Franja de Gaza han resultado dañadas 19 instalaciones sanitarias, entre ellas la destrucción de la clínica de atención primaria de Hala Al-Shawa", dijo la doctora Margaret Harris, portavoz de la Organización.
"En Cisjordania, 41 trabajadores sanitarios han resultado heridos y 21 vehículos sanitarios han sufrido daños. Los graves daños en las carreteras e infraestructuras hacen que el acceso a muchos de los hospitales sea muy, muy difícil", destacó.
Falta de medicamentos
Harris añadió que en la Franja de Gaza también hay una gran escasez de medicamentos y equipo médico y que las actuales existencias con las que se cuenta son inferiores a un mes. A esta delicada circunstancia, se le suma que el distanciamiento físico para evitar la transmisión del COVID-19 es "casi imposible", a causa de la continua destrucción.
El suministro eléctrico en Gaza es de entre seis y ocho horas al día debido a los daños en las líneas y redes de distribución energética. Esta situación ha interrumpido la prestación de asistencia sanitaria y otros servicios básicos, como el agua, la higiene y el saneamiento.