El Fondo Monetario Internacional anunció el lunes la extensión del mecanismo de alivio de la deuda para 28 de los países más pobres del mundo iniciado hace un año para permitirles enfrentar mejor el impacto de la covid-19.
El alivio del servicio de la deuda bajo el Fideicomiso de Contención y Alivio de Catástrofes (FFACC) fue lanzado inicialmente en abril del 2020, al comienzo de la pandemia mundial.
Entonces, abarcaba a 25 países durante un período de seis meses. En octubre pasado, el dispositivo se extendió a un total de 28 países, y se prorrogó hasta el 13 de abril de 2021.
El directorio ejecutivo del FMI aprobó el 1 de abril extender este dispositivo hasta el 15 de octubre, dijo el lunes la institución con sede en Washington en un comunicado de prensa.
El Fondo FFACC proporciona alivio del servicio de la deuda en forma de subvenciones a los países más pobres afectados por desastres naturales o de salud pública.
“El alivio de la deuda proporcionado en el marco del FFACC tiene por objeto liberar recursos para atender necesidades excepcionales de balanza de pagos generadas por una catástrofe en lugar de tener que destinar dichos recursos al servicio de la deuda”, según el FMI.
En respuesta a la pandemia, en marzo del 2020, la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, lanzó un esfuerzo urgente de recaudación de fondos con la meta de reunir 1.000 millones de dólares en subvenciones para el Fondo FFACC.
El FMI dijo el lunes que hasta ahora se han comprometido contribuciones por un total de US$ 774 millones, incluidas las de la Unión Europea, el Reino Unido, Japón, Alemania, Francia, Holanda, Suiza, Noruega, Singapur, China, México, Filipinas, Suecia, Bulgaria, Luxemburgo y Malta.
La gran mayoría de los 28 países beneficiarios son de Africa, aunque también se incluyen Haití, Afganistán, Islas Salomón, Nepal, Tayikistán y Yemen.
El Fondo FFACC permitió en 2015 asistir a los tres países afectados por el ébola (Guinea, Liberia y Sierra Leona). Su antecesor, el Fondo Fiduciario para el Alivio de la Deuda después de una Catástrofe, permitió eliminar el total de la deuda de Haití pendiente de pago ante el FMI luego de un devastador terremoto en 2010.