La advertencia de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA) incluye a El Salvador, Guatemala y Honduras, naciones que se encuentran en una escalada de inseguridad alimentaria aguda debido al doble impacto de los huracanes Eta e Iota y los efectos económicos de la Covid-19.
Esas agencias de Naciones Unidas plantean en su informe Hunger Hotspots (Puntos calientes del hambre) que esos fenómenos meteorológicos dañaron grandes extensiones de tierras, medios e infraestructura de los sectores productivo, ganadero, pesquero y de transporte, con una caída de los suministros y alza en los precios de los alimentos.
Además, el cierre de actividades impuesto por la pandemia redujo el empleo, sobre todo el informal, con la consecuente pérdida de ingresos familiares y menor acceso a la comida.
El estudio estima que las condiciones en Honduras empeorarán entre abril y junio, cuando unos 3,1 millones de personas enfrentarán una inseguridad alimentaria aguda y 570 mil llegarán a situación de emergencia.
La FAO y el PMA calculan que en Guatemala 3,7 millones de habitantes se encuentran ya en situación grave, con 428 mil en alto riesgo de inanición, mientras en El Salvador un millón enfrentarán inseguridad alimentaria entre marzo y mayo, con 121 mil en situación de emergencia.
Ambos organismos precisaron que en Haití, la Covid-19 y las malas cosechas han dejado a casi la mitad de la población, unos 4,4 millones, en un estado de inseguridad alimentaria grave y a 1,2 millones en emergencia, lo que significa un aumento del seis por ciento respecto al año anterior.