Esta es una práctica internacional que busca un mejor aprovechamiento de la luz solar, señaló la Oficina Nacional para el Control del Uso Racional de la Energía.
Su aplicación tiene una alta incidencia en el ahorro energético por la disminución del consumo de electricidad y la reducción significativa de la máxima demanda de la hora pico, al no coincidir en gran medida la cocción de alimentos con la iluminación.