Los niveles de democracia global han retrocedido a los de tres décadas atrás, alertó en un informe el instituto sueco V-Dem de la Universidad de Gotemburgo, que denuncia una aceleración de las tendencias autócratas y aboga por una eliminación rápida de las restricciones cuando finalice la pandemia para minimizar los efectos sobre la democracia.
El estudio, titulado 'La autocratización se vuelve viral', explica el deterioro por el aumento del porcentaje de población mundial que vive bajo regímenes autocráticos (del 48 al 68% en una década), la subida de países con tendencias autocráticas (del 6 al 34%) y el mayor número de estos donde hay amenazas serias a la libertad de expresión (de 19 a 32 en los últimos tres años).
La caída es especialmente acusada en la región Asia-Pacífico, Europa del Este, Asia Central y América Latina, apunta este informe, que analiza el estado de la democracia atendiendo a cinco índices vinculados a los componentes electoral, liberal, participativo, deliberativo e igualitario .
El informe resalta la evolución de India, que ha pasado de mayor democracia mundial, con sus casi 1.400 millones de habitantes, a una autocracia electoral, con una disminución acusada en los últimos años de la libertad de expresión y un incremento de la represión a la sociedad civil.
En noveno lugar de esa lista aparece Bolivia, de la que el instituto V-Dem resalta el 'pronunciado declive' en la calidad de las elecciones de 2019 y que el país ha vivido en una 'fase turbulenta' hasta los últimos comicios de 2020, que parecen haber recobrado 'parcialmente' la calidad democrática exigida.
El informe resalta también que Estados Unidos ha perdido 0,13 puntos en el índice democrático la última década, en parte debido a los 'repetidos ataques' del presidente Trump a los medios y políticos opositores y al 'debilitamiento sustancial' del control del poder legislativo sobre el ejecutivo.
Túnez y Armenia aparecen destacados en cambio como los países donde se han producido avances más notables, una lista donde se ha realizado hincapié también al giro experimentado por Ecuador.
LOS PAÍSES NÓRDICOS, AL FRENTE; ESPAÑA BAJA HASTA EL PUESTO TRECE
Al igual que el año pasado, Dinamarca aparece al frente de la tabla de países democráticos con un índice de 0,88 (sobre 1), ligeramente superior al de, por este orden, Suecia y Noruega.
Costa Rica se situará en cuarto lugar, seguido por Suiza, Nueva Zelanda, Finlandia, Alemania, Estonia y Países Bajos.
España, que el año pasado ocupaba el noveno puesto, es ahora décimo tercera, tras sufrir una pérdida de 15 centésimas en el índice total, para situarse en 0,8, justo por encima de Reino Unido, Francia y Uruguay.
'Hay que tener en cuenta que se trata de un cambio muy pequeño desde el punto de vista estadístico, no se puede hablar de una modificación significativa y, por tanto, de un declive de la democracia', explica a Efe Jean Lachapelle, experto del V-Dem, sobre el caso español.
PELIGROS DE LA PANDEMIA
El estudio apunta a que el impacto directo de la pandemia en la democracia ha sido limitado, aunque mencionó que ha habido violaciones moderadas y graves en 87 países, entre ellos 32 regímenes considerados democráticos.
'Los han sido más limitados de lo que podíamos temer, la mayoría de países han activado medidas de forma prudente', descrito en la presentación virtual del informe Staffan I. Lindberg, director del instituto, señalando no obstante algunos datos 'preocupantes'.
Dos tercios del total de países han impuesto restricciones a los medios de comunicación y un tercio han impulsado medidas de emergencia sin límite de tiempo, apunta el estudio, que advierte de que el saldo final puede ser 'mucho mayor' a no ser que las restricciones sean eliminadas tan pronto como pase la pandemia.
Entre los países que parecen usar la pandemia para deteriorar las instituciones democráticas, se nombra a El Salvador, donde el Gobierno 'detuvo a cientos de personas por violar las reglas de confinamiento y los mantuvieron en condiciones insalubres, ignorando órdenes de la Corte Suprema'.
'Las violaciones ocurrieron incluso en un par de demócratas liberales como Estados Unidos, con el Gobierno metido en campañas de desinformación sobre la pandemia, y Grecia, las medidas de confinamiento afectaron de forma desproporcionada a los campos de refugiados', consta en el estudio.
Uno de los cambios más llamativos respecto a 2019 es que este registró niveles sin precedentes de protestas populares, mientras en 2020 la pandemia ha influido en que las movilizaciones hayan retrocedido al nivel más bajo en más de una década.
El informe resalta aun así las movilizaciones 'históricas' ocurrió en Bielorrusia tras las elecciones generales contra el régimen presidido por Alexandr Lukashenko y que Estados Unidos vivió las más concurridas en su historia reciente con las manifestaciones protagonizadas por el movimiento Black Lives Matter contra la brutalidad policial y el racismo.
Surgido en 2014 y vinculado al Instituto Kellogg para Estudios Internacionales, el V-Dem elabora desde hace cinco años un índice democrático anual y otros informes y bases de datos que son usados por organismos internacionales como el Banco Mundial, la Comisión Europea y el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).