El director de emergencias de la Organización Mundial de la Salud alertó este lunes de que no se podrá controlar la pandemia si no aplican las medidas de salud necesarias dentro de las comunidades como el distanciamiento social, evitar multitudes, y usar mascarillas, algo que es “imposible” si todavía hay gente que cree el problema no existe.
“Nuestro problema y nuestro gran desafío es que no todos hacen eso, no todos tienen el conocimiento para hacerlo, no todos aceptan que esto es lo que se debe hacer, porque no creen en esta enfermedad, no creen que tenemos una pandemia en nuestras manos, ¿Cómo podemos convencer a alguien de que haga algo si no creen que hay un problema? Es imposible pensar en esto”, declaró Michael Ryan durante la conferencia bisemanal de la Organización.
Ryan dijo que es necesario convencer y persuadir a las personas desde los gobiernos, a través de la información y el apoyo.
“Y no hablo de forzar a nadie, hablo de discutir, de dialogar, de compartir recursos entre las personas. Los gobiernos deben persuadir a las personas de hacer lo correcto, pero necesitan apoyarlos para que lo hagan, por ejemplo, si tienen que estar en cuarentena, deben tener acceso a los alimentos, a conectividad de internet, necesitan contacto con sus familias”, expresó.
El deber de proteger a los más vulnerables: difícil, pero no imposible
La semana pasada hubo el mayor número de casos de COVID-19 reportados hasta el momento y muchos países del hemisferio norte están experimentando un aumento preocupante de casos y hospitalizaciones, informó el director de la OMS.
“Las unidades de cuidados intensivos se están llenando hasta su capacidad en algunos lugares, particularmente en Europa y América del Norte. Entendemos la fatiga a la pandemia que siente la gente. Tiene un costo mental y físico para todos. Trabajar desde casa, educar a los niños de forma remota, no poder celebrar con amigos y familiares o no estar allí para llorar a los seres queridos es difícil y la fatiga es real. Pero no podemos rendirnos. No debemos rendirnos”, advirtió Tedros Adhanom Gebreyesus.
Michael Ryan explicó que aunque los casos en el viejo continente y Estados Unidos estén aumentando, no es momento de pasar a una estrategia de solo mitigación y se debe proteger a los más vulnerables controlando la transmisión a nivel comunitario.
“La gran mayoría de la gente vulnerable no vive en asilos de ancianos, vive entre nosotros, en hogares multigeneracionales. Las personas mayores, aquellos que están en quimioterapia, aquellos que tienen condiciones preexistentes como diabetes e hipertensión, las madres, padres, hijos, hijas, hermanos y hermanas”, apuntó Ryan.
El experto reiteró que si cada persona individualmente hiciera lo posible para reducir su exposición al virus y disminuir la oportunidad de exponer a otros, entonces habría un “éxito significativo”.
“Esto ha sido demostrado en varios países que han podido contener este virus, y esto no requeriría medidas de confinamiento largas o masivas, tal vez solo medidas específicas a niveles local”, dijo.
Un “tsunami de casos”
Ryan explicó que las medidas masivas de confinamiento son el remplazo de un enfoque integral de salud pública para contener y suprimir el virus y mitigar su impacto.
“La mitigación es algo importante, pero no se puede dejar de controlar la transmisión bajo el principio de que tenemos toda la capacidad para mitigar. Hubo muchos problemas en Estados Unidos y otros países en marzo y abril utilizando solo la mitigación, cuando las salas de emergencia estaban abarrotadas y había camiones congeladores masivos para los cuerpos parqueados detrás de los hospitales. Esa es la realidad de “mitigar” una enfermedad en la cara de un tsunami de casos, te quedas sin capacidad para responder, y ese es el miedo ahora mismo, espero que esto no vuelva a suceder”, recalcó.
El director de emergencias recordó a los gobiernos, dondequiera que estén, su responsabilidad de moverse rápidamente y “suprimir las llamas de la pandemia”.
“Para proteger a los más vulnerables requerimos que la sociedad se una, y se rompan las cadenas de transmisión y la única manera de hacerlo es a través de un contrato social con las comunidades para apoyar ese trabajo y poner las medidas necesarias para que esto suceda”, explicó.
Por su parte la doctora María Van Kerkhove, epidemióloga líder de la OMS recalcó que no existe una dicotomía entre mitigar y contener.
“No es que se pueda hacer solo una. El enfoque integral que hemos diseñado y que muchos países están utilizando tiene elementos de ambos, no es uno o el otro. No hay dicotomía. Detectar casos, investigar los de grupos de casos, una cuarentena apoyada por el gobierno para todos los contactos es tan importante como proteger a los vulnerables”, insistió.
La líder técnica de la respuesta al COVID-19 resaltó que no hay tiempo que perder, que mientras la comunidad científica hace un esfuerzo “increíble” para desarrollar vacunas y terapias efectivas, las personas deben tomar medidas para protegerse a sí mismos y a sus comunidades.
“Y esto va a incluir hacer algunos sacrificios, pero tenemos que hacerlos, lo vamos a hacer y esto lo vamos a solucionar”, afirmó.
Una prueba negativa de COVID-19 no es una licencia para ignorar las medidas de salud
Durante la conferencia, Michael Ryan también enfatizó que dar negativo al COVID-19 no es una licencia ni un pasaporte para “hacer lo que uno quiera” e ignorar las medidas de salud.
“Hacerlo es algo muy tonto y peligroso. El test, ya sea de PCR o de antígenos, te dice si tienes una infección activa ahora mismo, en tu estado presente, a una hora determinada, pero no te dice nada de lo que pasará esta noche, o mañana o el día siguiente”, edetalló.
Ryan añadió que basar los comportamientos en un resultado negativo y evitar los cuidados recomendados es un riesgo para toda la población.
“Seguramente usted no querrá llevar la enfermedad a su hogar, a su familia, si usted tal vez salió negativo hace dos días y ahora es positivo y no lo sabe, puede llevar la enfermedad a su familia, a sus amigos, o asistir a una reunión social o un evento religioso y contagiar a los demás. Nadie quiere hacer esto”, subrayó.
El experto reiteró que las pruebas tienen un propósito muy específico: detectar a las personas que están enfermas o tienen el virus para que reciban atención e identificar a sus contactos.
“Son acciones vitales de un enfoque integral de salud y hacer pruebas es una parte, pero éstas no pueden ser licencias para hacer lo que uno quiera”, puntualizó.