La Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) advirtió que la industria de las aerolíneas consumirá US$77.000 millones en efectivo durante la segunda mitad de 2020 (casi US$13.000 millones al mes o US$300.000 por minuto), a pesar del reinicio de las operaciones.
La lenta recuperación de los viajes aéreos hará que las aerolíneas continúe gastando su efectivo a una tasa promedio de US$5.000 a US$6.000 millones por mes en 2021.
La IATA pidió a los gobiernos que apoyen a la industria durante la próxima temporada de invierno (en el hemisferio norte) con medidas de alivio adicionales, incluida la ayuda financiera que no agregue más deuda a la industria.
Hasta la fecha, los gobiernos de todo el mundo han proporcionado US$160.000 millones en apoyo, que incluyen ayuda directa, subsidios salariales y desgravaciones fiscales.
"Estamos agradecidos por este apoyo, que tiene como objetivo garantizar que la industria del transporte aéreo siga siendo viable y esté lista para reconectar las economías y respaldar millones de empleos en viajes y turismo. Pero la crisis es más profunda y más larga de lo que cualquiera de nosotros podría haber imaginado", dijo Alexandre de Juniac, director general de IATA.
La lenta recuperación de los viajes aéreos hará que las aerolíneas continúe gastando su efectivo a una tasa promedio de US$5.000 a US$6.000 millones por mes en 2021.
De Juniac advierte que los programas de apoyo se están agotando y es necesario activar de nuevo la alarma. "Si estos programas de apoyo no se reemplazan o amplían, las consecuencias para una industria que ya se encuentra en dificultades serán nefastas", lamentó.
El ejecutivo de la IATA explicó que históricamente el efectivo generado durante la temporada alta de verano ayuda a apoyar a las aerolíneas durante los meses de invierno más magros, pero este año no será así.
"Desafortunadamente, la desastrosa primavera y el verano de este año no proporcionaron un colchón. De hecho, las aerolíneas gastaron dinero en efectivo durante todo el período. Y sin un calendario para que los gobiernos reabran las fronteras sin cuarentenas, no podemos confiar que habrá un rebote en la temporada navideña que proporcione un poco de dinero extra", dijo.
La IATA estima que a pesar de recortar los costos un poco más del 50% durante el segundo trimestre, la industria recibió US$51.000 millones en efectivo, debido a que los ingresos cayeron casi un 80% en comparación con el período del año anterior.
La fuga de efectivo continuó durante los meses de verano, y se espera que las aerolíneas gasten US$77.000 millones adicionales de su propio efectivo durante la segunda mitad de este año y otros US$60.000-70.000 millones en 2021. No se espera que la industria registre ingresos hasta 2022.
Las aerolíneas han tomado amplias medidas para reducir costos, incluyendo mantener en tierra miles de aeronaves, eliminar rutas y despedir a cientos de miles de empleados.
Se necesita una acción en todo el sector. La organización internacional insitió en la necesidad del apoyo de los gobiernos para todo el sector. "El impacto se ha extendido a toda la cadena de valor, incluidos nuestros socios de infraestructura aeroportuaria y de navegación aérea, que dependen de los niveles de tráfico para mantener sus operaciones", comentó.
La IATA cuestionó que se pueda aplicar un aumento de las tarifas que corresponde a los usuarios, para compensar la brecha. "Sería el comienzo de un círculo vicioso e implacable de nuevas presiones y reducciones de costos. Eso prolongará la crisis para el 10% de la actividad económica mundial que está vinculada a los viajes y el turismo", dijo de Juniac.
Incluso adelantó que habrá poco apetito entre los usuarios por los aumentos de costos. Refirió que en una encuesta reciente de la IATA, alrededor de dos tercios de los viajeros indicó que pospondrán los viajes hasta que se estabilice la economía o su situación financiera. “Aumentar el costo del viaje en este momento delicado solo retrasará el regreso de los viajeros", reiteró.
Según las últimas cifras del Air Transport Action Group, la grave recesión de este año, combinada con una lenta recuperación, amenaza a 4,8 millones de puestos de trabajo en todo el sector de la aviación. Debido a que cada sector respalda a su vez a más aáreas en la economía, el impacto global estimado es de 46 millones de pérdidas de empleos y US$1,8 billones.