El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, promulgó una ley que flexibiliza el año escolar en el país al eximir a las instituciones de enseñanza de cumplir con el número mínimo de días de clases de este año debido a la pandemia del nuevo coronavirus, publicó hoy el Diario Oficial.
El nuevo marco legal exime a las escuelas de educación básica de cumplir tanto con los 200 días obligatorios del año escolar, como con la carga mínima de 800 horas que exige la Ley de Directrices y Fundamentos de la Educación.
Las escuelas de educación primaria y secundaria tendrán, sin embargo, que cumplir con la carga de trabajo exigida por ley, lo que ya es realizado de forma parcial a través de las clases virtuales.
El cumplimiento de la carga de trabajo de este año podrá ser completado el próximo a discreción de los planteles educativos, que pueden desarrollar actividades pedagógicas no presenciales.
Tanto las escuelas de educación primaria como secundaria, así como las universidades brasileñas, suspendieron sus actividades presenciales entre marzo y abril de este año, que sustituyeron por clases virtuales.
El estado brasileño de Amazonas (noroeste) retomó esta semana de manera parcial la asistencia física a los planteles, convirtiéndose en el único en hacerlo hasta ahora en el país sudamericano.
Los estudiantes que forman parte de los grupos de riesgo a la enfermedad del nuevo coronavirus (COVID-19) tendrán atención especial, mientras que a los estudiantes en redes públicas se les garantizará apoyo, alimentación y programas de atención sanitaria.
Las instituciones de enseñanza superior tampoco deberán cumplir los 200 días de clases, aunque sí el programa de estudios previsto para cada curso.
La ley fue promulgada por Bolsonaro con seis vetos, cuatro de los cuales se refieren a la obligación del gobierno federal a prestar asistencia tanto técnica como financiera a estados y municipios para que puedan ofrecer clases o actividades de enseñanza a distancia, con las medidas sanitarias necesarias para retomar las actividades.