El BCU mantiene su decisión de asegurar la liquidez durante la crisis sanitaria, evitando restricciones en el mercado de dinero ante la emergencia sanitaria, e inicia el proceso de modificación del instrumento de política monetaria, según informó en un comunicado.
Se reunió el Comité de Política Monetaria (COPOM) y emitió un comunicado en el que da cuenta de la decisión de continuar asegurando la liquidez durante la crisis sanitaria que enfrenta el país, al tiempo que inicia el proceso de modificación del instrumento de política monetaria.
El siguiente es el texto del comunicado emitido por el COPOM :
El Comité de Política Monetaria (COPOM) del Banco Central del Uruguay (BCU) inició el proceso de modificación del instrumento de política monetaria desde los agregados monetarios hacia uno donde las señales se trasmitan a través de la tasa de interés, mientras se mantiene el foco en proveer la liquidez necesaria y evitar restricciones en el mercado de dinero ante la actual situación de emergencia sanitaria.
En su reunión de seguimiento, el COPOM analizó lo ocurrido durante el primer mes del tercer trimestre del año. En el entorno económico generado durante la pandemia provocada por el COVID-19, se consideró la expansión de la demanda de dinero y el comportamiento de la inflación y sus expectativas, dado el rango meta establecido de entre 3%-7% para los próximos 24 meses.
El entorno económico internacional presenta mercados financieros que han tendido a estabilizarse en niveles previos a la pandemia, mientras que las consecuencias negativas a nivel económico del COVID-19 se profundizan en América Latina.
A nivel local, la actividad económica acentúa los signos de reactivación gradual que ha mostrado en algunos sectores a partir del mes de mayo.
En el año cerrado a julio de 2020 la inflación alcanzó el 10,13%, por una menor dinámica en el sector transable a raíz de la variación del tipo de cambio, mientras que en los bienes no transables se da una recuperación en algunos sectores que habían sufrido baja de precios por efecto de la pandemia como el sector educación. En ese sentido, un foco de atención está en la expectativa de inflación de 7,8%, por encima del rango objetivo en el horizonte de política, expresada por los agentes económicos en la última edición de la Encuesta de Expectativas.
Durante el mes de julio la demanda de dinero ha crecido de manera sostenida, por encima de los niveles esperados, principalmente guiada por un motivo de precaución ante la incertidumbre creada por la emergencia sanitaria. En este marco se verificó una variación interanual del agregado monetario M1' de 15,5% que excede las previsiones realizadas a finales del segundo trimestre. Dicha expansión ha tenido un correlato en la caída de las tasas de interés de los instrumentos de regulación monetaria de 130 puntos básicos. En ese sentido, la decisión de mantener una política monetaria expansiva es para que las condiciones monetarias no impliquen una restricción para la actividad económica.
En función de la evolución de la actividad económica, de la inflación y sus expectativas, valoradas con preocupación por este Comité, y de acuerdo con la coyuntura y perspectivas macroeconómicas, el COPOM estimó necesario iniciar el proceso de modificación de su instrumento de política monetaria mientras mantiene el foco en proveer la liquidez necesaria y evitar restricciones en el mercado de dinero ante la actual situación de emergencia sanitaria.
Basándose en estos factores y la evolución esperada de la demanda de dinero, el BCU decidió también mantener la referencia indicativa de crecimiento interanual de M1' para el tercer trimestre de 2020 en el entorno del 15%. Esta pauta es consistente con la convergencia de la inflación al rango meta de 3%-7% para los próximos 24 meses y la evolución de la actividad en línea con el producto potencial en el horizonte de política monetaria.