El desconfinamiento parcial de Chile implementado por el gobierno en diversos municipios, probablemente traerá rebrotes en algunas semanas más, afirmó la experta en salud pública Dennisse Brito.
Cuando los casos de la COVID-19 en el país austral superan los 360.000 y los fallecidos casi llegan a los 10.000, el Ejecutivo ha puesto en marcha el plan "Paso a Paso", que incluye el levantamiento gradual de las cuarentenas y la apertura gradual del comercio, con la idea de retomar la actividad económica bajo una "nueva normalidad".
"El riesgo de rebrotes acá es muy alto (...) Si seguimos así, a fines de agosto puede que empiecen a aparecer estos rebrotes, debido al desconfinamiento de ciertas comunas. Al virus hay que darle dos a tres semanas desde la apertura, cuando las personas empezarán a moverse y contagiarse", señaló la académica de la Universidad Diego Portales (UDP) en una entrevista a Xinhua.
En esta línea, mencionó que la cultura y la credibilidad han sido clave en el control de la pandemia a nivel mundial. "Para seguir las normas, las reglas, es esencial la confianza. Chile viene saliendo de un estallido social, a diferencia de países que pueden tener nuestras mismas debilidades, pero han salido menos golpeados, porque confían en sus autoridades", agregó.
Por el contrario, en Chile "cada uno actúa según su propio criterio, y eso va generando muchos conflictos para la población en general, porque se han visto muchas personas saliendo, porque creen que ya está todo bien", dijo Brito, respecto de los mensajes esparcidos por las autoridades sanitarias en torno al autocuidado.
"Al final, cada uno está optando al cuidado individual desde su propia mirada y eso es muy riesgoso, porque podemos tener ciertos rebrotes de manera importante y más graves aún para la población", añadió, en vista de la experiencia y el retroceso que han vivido otros países con la aparición de nuevos focos de la neumonía.
Si bien, la cantidad de nuevos casos de la COVID-19 han ido descendiendo, lo que ha permitido descongestionar los centros de salud y las camas críticas, el virus aún no ha desaparecido del todo y eso es lo que hay que priorizar en estos momentos, de acuerdo con los especialistas.
"Estamos en un periodo de descenso epidemiológico, donde los casos y la cantidad de fallecidos ha bajado. No obstante, el virus puede seguir y el rebrote incluso puede ser más alto que el pico que ya existió", explicó la docente de la Escuela de Enfermería de la UDP.
La experta instó a ser "muy cuidadoso y riguroso" en el control de aspectos esenciales para la prevención, como el distanciamiento social, las cuarentenas y la estrategia de trazabilidad.
"En Chile el tema de la trazabilidad no ha dejado de tener una problemática bastante grande, porque no se ha podido contar con un sistema único para medir la trazabilidad. Cada sector tiene su propia metodología", puntualizó Brito, respecto de la descoordinación de los distintos servicios sanitarios para cuantificar a los enfermos y la demanda de los gremios científicos por una mayor transparencia en los datos.
Hizo hincapié además en que la tasa de letalidad del nuevo coronavirus en Chile (2,5 por ciento) se mantiene todavía alta, en comparación a otros países donde esta cifra no supera el 1 por ciento. "Esto tiene que ver también con un montón de otros determinantes sociales, como de qué manera enfrentamos la enfermedad, el acceso a los servicios de salud y a una atención hospitalaria", sostuvo.
A todo eso, se suman factores como la pobreza y la vulnerabilidad de la población, un aspecto determinante que ha pasado también la cuenta a otros países latinoamericanos, en cuanto a la propagación de la enfermedad y su tratamiento oportuno.
En estos casos, apuntó, "las comparaciones entre países siempre tienen que realizarse bajo el mismo alero de diferencias sociales, determinantes que afectan no solo al sistema de salud", pero, "aunque haya otros países mucho más pobres que nosotros, Chile está octavo en el mundo entre los más afectados (por millón de habitantes) y cuarto en Latinoamérica, lo que significa que igual estamos mal".
Por todo esto, reiteró la importancia de ser cauteloso al plantear un desconfinamiento y optar "a nivel mundial por la salud ante todos los otros aspectos relevantes para la sociedad".
"No deberíamos movilizarnos hasta que haya una vacuna, porque es la única manera en la que vamos a poder controlar la pandemia. La realidad es esa, mientras no exista vacuna, hay que seguir siendo muy riguroso", indicó Brito.
El Ministerio de Salud chileno informó este miércoles sobre el desconfinamiento de ocho comunas del centro y sur del país, lo que permitirá salir a las calles a más de un millón de lunes a viernes, pero no el fin de semana. La medida también permite a algunos negocios retomar su atención al público.
Esta fase de "transición" ya había sido anunciada en otros municipios de la región Metropolitana y de Valparaíso, mientras otros nueve millones de personas permanecerán aún en el aislamiento.