Más de 1.000 personas se vieron forzadas a desplazarse de sus hogares en la frontera colombo-venezolana este año por los enfrentamientos entre grupos armados que se disputan el control territorial en esa región, informó este sábado la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA)
«Del desplazamiento proveniente del Estado de Zulia en Caño Motilón (Venezuela), y de los desplazamientos en zona rural de Cúcuta y Tibú (Colombia) se ha identificado un total de 1.019 víctimas», detalló la OCHA en un comunicado.
Entre los desplazados, según el censo realizado por las alcaldías de Cúcuta y Tibú, hay 325 venezolanos, 82 miembros de la comunidad indígena Wayúu y 45 ancianos, «configurando una doble afectación», añadió el organismo.
Por otra parte, la OCHA, que señala que la violencia en la zona limítrofe se ha agudizado este año, informó que en esta región han sido perpetradas en 2020 cinco masacres, tres de ellas el mes pasado.
La última de ellas fue denunciada esta semana por la Fundación Progresar, que advirtió que en la vereda (aldea) de Campo Alegre, que hace parte de Cúcuta, capital departamental de Norte de Santander, fueron asesinadas cuatro personas y atribuyó esos crímenes a enfrentamientos entre la banda paramilitar de Los Rastrojos y la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN).
Por otra parte, la OCHA señaló que también han sido asesinados cuatro líderes sociales en la frontera y manifestó su preocupación porque «estas emergencias humanitarias se desarrollan en contexto de la crisis sanitaria ocasionada por el COVID-19».
Eso, explica el organismo, «implica riesgos adicionales y dificultades de acceso por parte de las instituciones estatales y de organizaciones humanitarias hacia las comunidades, lo cual tiene implicaciones en la posibilidad de una respuesta integral y sostenible frente a las necesidades de la población afectada».
En la zona fronteriza operan distintos grupos armados ilegales, como el ELN, un reducto del Ejército Popular de Liberación Nacional (EPL) y bandas criminales que se disputan los cultivos de coca y las rutas del narcotráfico.