El presidente panameño, Laurentino Cortizo, avaló el pronóstico del Bank of America de que la economía local se derrumbará hasta un 10 % este 2020 a causa del COVID-19, y resaltó que el autocuidado es indispensable para frenar la veloz propagación del nuevo coronavirus y poder continuar con la reapertura económica.
Panamá acumula ya 58.864 casos y 1.275 muertes por la enfermedad en medio de una explosión de casos que comenzó hace casi dos meses y que lo ubica ahora como el segundo país de América en numero de contagiados de COVID-19 por millón de habitantes, después de Chile y por delante de Estados Unidos y Brasil.
"En efecto, las economías del mundo, con lo que ha pasado, vamos a tener un decrecimiento, eso del 10 % sí, pero el mismo informe del Bank of America te dice 'Panamá va a tener en el 2021 ese crecimiento del 5,5 %'", dijo Cortizo en una entrevista con la cadena Telemetro difundida este domingo.
Destacó que el ente financiero multinacional dijo en su informe que "las acciones rápidas del Gobierno" que preside permiten la "evaluación esperanzadora y positiva" para el 2021, "contrario" a lo que ocurre con "otros países de la región".
El previsión de caída del Producto Interno Bruto (PIB) este año del Bank of America es la más abultada para Panamá, para el que la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) ha previsto un -6,5 % y economistas panameños al menos un -4 % de decrecimiento en el 2020.
Panamá fue en la década pasada una de las economías más pujantes de la región por la inversión en grandes obras de infraestructura pública, pero desde hace más de un lustro comenzó a frenar la expansión del PIB, que fue del 3 % en el 2019, por debajo de todos los pronósticos.
El país centroamericano cerró las escuelas y el comercio no esencial desde mediados de marzo pasado, y el Gobierno anunció una reapertura gradual en base a seis bloques económicos, de los que dos están abiertos desde el 13 de mayo y el 1 de junio, respectivamente.
La desbandada de nuevos casos de COVID-19 coincidió con la liberación del bloque 2 (industria, banca y construcción pública) por lo que se suspendió el proceso de reapertura económica, y también con un aumento del número de pruebas para detectar la enfermedad, aunque aún no se ha llegado a las 4.000 diarias que se ha propuesto el Gobierno.
El Ejecutivo recibe críticas tanto por la lenta reactivación económica del país, donde antes de la pandemia el 45 % de los trabajadores eran informales y el desempleo se situaba en el 7,1 %, como también por el manejo mismo de la crisis sanitaria.
"Yo no digo que se haya fallado", declaró Cortizo, al resaltar que se está ante una situación inédita para la que no existe un "manual" de acción en materia sanitaria y de reactivación productiva.
Cortizo recalcó que en el aspecto económico y gracias al acceso a créditos internacionales y la emisión de deuda, su Gobierno ha abierto la vía para la entrega de millones de dólares en apoyo a las micro, pequeñas y medianas empresas, que soportan el 70 % de los empleos en el país y que ahora están paralizadas.
También que la reapertura económica, aunque se planificó por bloques, se está encarando ahora sobre todo "por actividades, porque tenemos que esta muy pendientes de la capacidad hospitalaria".
"No podemos estar cerrados por siempre, hay que irse adaptando, haciendo ajustes", afirmó el jefe del Estado, que destacó la importancia del "autocuidado" en el proceso para vencer al nuevo coronavirus.
Los retos que planeta la pandemia "son monumentales y requieren el apoyo de todos (...) aquí todos tenemos que comprometernos a cumplir todas las normas" de bioseguridad para frenar la expansión de la COVID-19, afirmó el presidente de Panamá.