En un mensaje en video que sirvió para lanzar su informe sobre las políticas a seguir para proteger a migrantes, refugiados y desplazados durante la pandemia del coronavirus, el Secretario General de la ONU indicó que las personas en movimiento se enfrentan actualmente a tres crisis que se combinan en una: la sanitaria, la socioeconómica y la de protección.
¿Por qué una crisis sanitaria?
Las condiciones de hacinamiento a las que se enfrentan a menudo impiden el distanciamiento social, una necesidad sanitaria que se convierte en "un lujo imposible", y padecen dificultades para acceder a los servicios básicos de atención sanitaria, agua, saneamiento y nutrición.
Guterres señaló que las consecuencias de la crisis serán todavía "más devastadoras" para el amplio número de personas en movimiento que viven en los países menos adelantados, ya que "un tercio de la población mundial desplazada internamente vive en los diez países con mayor riesgo del COVID-19".
¿Por qué una crisis socioeconómica?
Los migrantes y refugiados en general, y en especial los que trabajan en la economía informal sin ningún tipo de protección social, se ven abocados a una crisis socioeconómica.
La consiguiente pérdida de ingresos por la COVID-19 puede tener un efecto colateral: la caída de las remesas por un valor de 109.000 millones de dólares, una cantidad equivalente a casi tres cuartas partes de toda la asistencia oficial para el desarrollo que actualmente no llega a los 800 millones de personas que dependen de ella.
¿Por qué una crisis de protección?
La propagación del virus ha provocado que 150 países adopten medidas drásticas restricciones fronterizas y que, al menos, 99 Estados no atiendan las solicitudes de los casos de las personas que solicitan asilo por motivos de persecución.
En paralelo, ha avivado la xenofobia, el racismo, la estigmatización y ha empeorado la situación de las mujeres y las niñas, un grupo poblacional que corre un mayor riesgo de sufrir actos de violencia, abuso y explotación por motivos de género.
Pese a enfrentarse a todos estos desafíos, el Secretario General destacó que las personas refugiadas y los migrantes realizan "un aporte heroico en la primera línea de las labores esenciales".
Como claro ejemplo de ello explicó que en todo el mundo una de cada ocho personas que se dedican a la enfermería trabaja en un país distinto al de su nacimiento.
Cuatro soluciones para la crisis
Al mismo tiempo, Guterres señaló que la crisis causada por la covid-19 representa una oportunidad para replantear la movilidad humana por lo que enumeró una serie de propuestas a partir de cuatro principios.
- La exclusión es cara y la inclusión, rentable. Una respuesta socioeconómica y de salud pública inclusiva ayudará a derrotar el virus, reiniciar nuestras economías y avanzar en la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible
- Defender la dignidad humana frente a la pandemia, y aprender de los pocos países que demostraron cómo es posible aplicar restricciones de viaje y controles fronterizos respetando plenamente los derechos humanos y los principios internacionales de protección de los refugiados
- Nadie estará a salvo hasta que todos lo estén. El diagnóstico, el tratamiento y las vacunas deben ser accesibles para todos
- Las personas en movimiento son parte de la solución. Eliminemos las barreras injustificadas, exploremos modelos que permitan regularizar vías para los migrantes, y reduzcamos los costos de transacción de las remesas
Finalmente, el Secretario General aplaudió a los países que, pese a tener graves problemas sanitarios y socioeconómicos, abrieron "sus fronteras y sus corazones" a los migrantes y refugiados, y que mencionó como ejemplos en los tres distintos aspectos de la crisis:
Salud
- El Reino Unido, que anunció que no aplicará cargos por el diagnóstico o tratamiento de la COVID-19 para todos los visitantes extranjeros, independientemente de su estatus de residencia o inmigración
- Perú, que aprobó una cobertura sanitaria temporal para los refugiados y migrantes sospechosos o con resultados positivos en relación con COVID-19
Economía
- Chile, Perú y Argentina, que autorizaron recientemente que los médicos, enfermeras y otras personas con formación médica capacitadas en el extranjero trabajen durante la respuesta a COVID-19
- Filipinas, que extendió los incentivos a los trabajadores migrantes para garantizar que puedan seguir viajando cuando tengan contratos de empleo válidos
- Burkina Faso, el Chad, Guinea y Liberia, cuyos organismos humanitarios pagan incentivos a los maestros durante el cierre de escuelas para refugiados a fin de garantizar la continuidad de los ingresos
Protección
- Portugal anunció que todos los migrantes y solicitantes de asilo con solicitudes de residencia pendientes de resolver serán tratados como residentes permanentes hasta el 30 de junio de 2020. Esta medida les otorga pleno acceso a los sistemas públicos de seguridad social, incluida la atención sanitaria
- Ecuador, que amplió el plazo para que los migrantes venezolanos que se encuentran dentro de su territorio puedan solicitar un visado humanitario hasta el final del estado de emergencia
- Irlanda, que renovó los permisos de inmigración y de protección internacional que vencían antes del 20 de mayo por un período de dos meses en las mismas condiciones que el permiso existente
- Chile, que estableció un sistema en línea mediante el cual los visados y los permisos de estancia se prorrogan automáticamente por seis meses, previa solicitud
- Nueva Zelanda y Australia, que prorrogaron los visados de los trabajadores migratorios temporeros permitiéndoles seguir trabajando durante el período de bloqueo
- Panamá, que ofrece refugio a los migrantes varados mientras continúen las restricciones a los viajes internacionales.