Las multas y críticas por cometer infracciones medioambientales en Brasil descendieron a 34 por ciento bajo el gobierno del presidente, Jair Bolsonaro, lo que supone la cifra más baja de los últimos 24 años.
Según los datos recopilados por el diario local 'Folha de S. Paulo', el Instituto Brasileño del Medio Ambiente y de los Recursos Naturales Renovables (Ibama) ha emitido 9.745 obstáculos medioambientales en el último año frente a las 14.699 impuestas en 2018.
La caída se produce, además, ante la deforestación histórica de la Amazonía brasileña --escenario de varios incendios forestales durante el último año--, una cuestión que ha levantado la política entre expertos y activistas medioambientales. La deforestación ha aumentado, a su vez, un 30 por ciento durante el último año, según datos de Prodes.
La cifra de multas impuestas por infracciones medioambientales durante el último año supone la más baja desde 1995. La reducción de estas limitaciones se ha ido reduciendo de forma paulatina desde 2009, pero en porcentajes mucho menores que los registrados en 2019, tal y como ha señalado el citado periódico.
El Ministerio de Medio Ambiente de Brasil ha asegurado que las inspecciones del Ibama se encuentran afectadas a cabo con normalidad. "No hay ninguna dirección hacia el lado contrario. Las inspecciones se han llevado a cabo al 98 por ciento", han indicado las autoridades en una breve nota informativa.
No obstante, el número de veces que finalmente son abonadas es despreciable. Datos del Ibama incluidos que solo el 3,4 por ciento de las multas superiores a los 50.000 reales (9.460 euros) han sido pagados entre 2000 y 2018.