Los progresos en igualdad de género de los últimos 25 años han sido demasiado lentos y, además, están en grave peligro, con retrocesos en algunas áreas y con una creciente resistencia a los avances logrados por las mujeres, advirtió este miércoles la ONU.
La organización ha pasado revista en un informe a lo ocurrido desde la aprobación en 1995 de la llamada Declaración de Pekín, el primer gran compromiso global sobre los derechos de las mujeres.
Y sus principales conclusiones son preocupantes: el cambio no ha sido suficiente para tan siquiera acercarse a la igualdad y, peor aún, algunos logros alcanzados están ahora mismo bajo amenaza.
'El progreso es dolorosamente lento', denunció la directora ejecutiva de ONU Mujeres, Phumzile Mlambo-Ngcuka, en una conferencia de prensa, en la que subrayó que, pese a ser la mitad de la población mundial, las mujeres siguen 'arrinconadas en una cuarta parte del espacio'.
'Un 75 % de los legisladores son hombres. Un 72 % de los puestos ejecutivos están ocupados por hombres. Un 70 % de los negociadores climáticos son hombres y, cuando se trata de negociadores de paz, es incluso peor', señaló como ejemplos.
Así, hoy más niñas que nunca acuden a la escuela y, de media, se ha logrado la paridad en este ámbito, a pesar de que sigue habiendo diferencias en algunos países.
La mortalidad materna, mientras, se ha reducido de forma muy importante, con una caída del 38 % entre 2000 y 2017.
'Todavía tenemos problemas en estas áreas, pero no son por no haberlo intentado', apuntó la responsable de ONU Mujeres, vicepresidenta de Sudáfrica entre 2005 y 2008.
Señales de estancamiento
En otros ámbitos, ONU Mujeres considera que los avances han sido demasiado lentos y que, además, hay señales de que se está produciendo un estancamiento.
'Es particularmente preocupante que el contexto para acelerar los progresos no es ni de cerca tan prometedor como era en 1995', explicó a los periodistas Silke Staab, especialista de Investigación y Datos en ONU Mujeres.
Según esta experta, hoy se aprecia un resurgir de grupos 'misóginos y xenófobos' y una 'resistencia contra progresos de igualdad de género que costó mucho alcanzar'.
Uno de los campos que más preocupa a ONU Mujeres es el del empoderamiento económico, con muy pocos progresos en la participación de la mujer en el mercado laboral y a la hora de compartir las tareas domésticas, que siguen recayendo principalmente en las mujeres y que les privan de oportunidades de trabajo sobre todo cuando son madres.
La consecuencia es que las mujeres de 25 a 34 años tienen un 25 % más de posibilidades de vivir en extrema pobreza que los hombres.
La violencia machista
Otro campo con escasos avances es la violencia contra las mujeres, que continúa sin disminuir sustancialmente.
Casi una de cada cinco mujeres ha sufrido violencia por parte de una persona cercana en los últimos doce meses, según datos de Naciones Unidas.
Aunque muchos países han aprobado en los últimos 25 años leyes contra el abuso doméstico, su aplicación continúa siendo escasa, apunta ONU Mujeres.
Además, la mujer se enfrenta ahora a nuevas formas de violencia como el ciberacoso, para las que no hay por ahora demasiadas soluciones por parte de las autoridades.
Salud sexual y reproductiva
Por otra parte, pese a los grandes avances en salud materna, los derechos sexuales y reproductivos de la mujer siguen lejos de respetarse de forma plena.
Por ejemplo, la ONU apunta que la proporción de mujeres sin acceso a métodos de planificación familiar no ha cambiado desde el año 2000.
'Hoy, más de 190 millones de mujeres que quieren evitar quedarse embarazadas no tienen los medios para ello. Eso son 190 millones de mujeres que no tienen control sobre sus propios cuerpos', explicó Staab.
La esperanza de las jóvenes
Para ONU Mujeres, una de las grandes esperanzas actuales es la creciente movilización de las feministas más jóvenes y las nuevas alternativas que están proponiendo.
Su voz la llevó este jueves a Naciones Unidas la mexicana Anya Victoria Delgado, representante de la organización Feminist Alliance for Rights, quien destacó que las jóvenes están reclamando actuar con más urgencia y necesitan ayuda.
'En el actual clima de resistencia estamos viendo intentos de cerrarnos espacios que nos permiten hablar y ampliar nuestras voces en defensa de los derechos humanos de las mujeres. Yo estoy aquí para decir que no vamos a rendirnos y que necesitamos que la comunidad internacional esté con nosotras', defendió.