América Latina enfrenta un complejo 2020 tanto en lo político como social y económico, por lo que requiere una estrategia común de desarrollo para salir de las crisis e insertarse al mundo, consideraron analistas consultados por Xinhua.
El economista e investigador argentino Jorge Marchini señaló que las adversidades que se han presentado en la región forman parte de una "incógnita" que debe motivar a la región a repensar su función dentro del esquema global, partiendo de su propio desarrollo.
"Creo que el problema que vive la región va más allá de sólo indicar una corriente neoliberal", expresó el vicepresidente de la Fundación para la Integración Latinoamericana (Fila) en entrevista con Xinhua.
Marchini agregó que "la gran incógnita es que América Latina tiene una dificultad de encontrar un rumbo y una nueva ubicación dentro de una economía mundial cambiante, por la globalización, los cambios tecnológicos, productivos y geopolíticos".
"Se creyó que la sola apertura de la economía al mundo traería aparejada una condición virtuosa, pero por el contrario, se dieron condiciones de mayores desventajas en cuanto a las condiciones con el exterior: el tema de la deuda", dijo.
Al respecto, la experta cubana Mayra Bárzaga aseguró que la sustitución de políticas sociales y de redistribución de la riqueza por otras de austeridad, conducen al incremento de los niveles de pobreza, desempleo y vulnerabilidad social.
"La gran incógnita es que América Latina tiene una dificultad de encontrar un rumbo y una nueva ubicación dentro de una economía mundial cambiante, por la globalización, los cambios tecnológicos, productivos y geopolíticos". Jorge Marchini.
"Especial mención requieren las políticas de flexibilización laboral, las reformas a los sistemas de pensiones", subrayó la académica del Centro de Investigaciones de Política Internacional (CIPI) de La Habana.
La analista aseguró que entre los académicos hay consenso de que estamos ante un verdadero cambio de época a nivel global y de que vivimos una etapa de crisis del orden vigente, aunque su profundidad y duración, y el escenario futuro tienen altos niveles de incertidumbre.
Ejemplo de ello es que para muchos países 2019 dejó un mal sabor de boca, al registrarse estallidos sociales ante el esquema político-social-económico vigente.
Chile es un vivo ejemplo. El país enfrenta protestas a nivel nacional desde el 18 de octubre del año pasado, en rechazo a la desigualdad y al sistema económico, lo que ha desembocado en un proceso que abrirá la posibilidad de redactar una nueva Constitución.
"Este año va a ser un año bien convulsionado en Chile, en lo político y en lo social", expresó a Xinhua la directora del Observatorio de Gobierno e Innovación Pública de la Universidad Diego Portales, Carolina Garrido.
"Hay que hacer medidas estructurales. Y por eso partimos por no solo hacer estas reformas, sino cambiar la Constitución, porque nuestra Constitución ha impedido que se hagan muchas reformas estructurales", dijo.
El 26 de abril próximo se llevará a cabo un plebiscito en Chile, en el que se consultará a la ciudadanía si aprueba o rechaza crear una nueva Constitución.
Para la académica del Instituto de Asuntos Públicos de la Universidad de Chile, Claudia Heiss, la figura de plebiscito permite dar una salida institucional a algunas de las demandas sociales, pero "no a todas".
"Creo que esta Constitución (actual) impide poner en práctica algunas formas de programa político, que ya habrían ganado si es que tuviéramos un sistema completamente democrático", aseveró.
Pero más allá de lo político y social, el país busca avanzar en lo económico para revertir la caída en las exportaciones en 2019 y aumentar su posición en los mercados.
"La palabra clave para 2020 es diversificación. Buscamos diversificar nuestra presencia en mercados importantes en los que ya estamos, como China y Estados Unidos, por ejemplo, a través de un aumento de exportación de servicios", informó el subsecretario de Relaciones Económicas Internacionales, Rodrigo Yáñez.
La estrategia chilena busca este año "enfocar el comercio en aquellas dimensiones donde no están aprovechadas las oportunidades de nuestros tratados de libre comercio, lo que significa tanto en mercados, como en bienes y servicios", argumentó.
Otra de las grandes naciones que busca dejar atrás los problemas económicos es Brasil, cuyo crecimiento económico, previsto en 2%, puede permitir al gobierno de Jair Bolsonaro sortear la ola de insatisfacción que recorre América Latina, señaló el politólogo Paulo Kramer.
En entrevista con Xinhua, el académico de la Universidad de Brasilia (UnB) recordó que Bolsonaro, en su segundo año de gobierno, todavía cuenta con una base de apoyo popular que puede movilizarse en caso de que surjan protestas antigubernamentales como en los países vecinos.
En octubre de 2020 están programadas elecciones municipales en todo Brasil; sin embargo, el mayor desafío, de acuerdo con el politólogo, es la dificultad de diálogo entre el Ejecutivo y el Legislativo para avanzar hacia una nueva ronda de reformas.
Pero sin duda el país que siempre da muestras de superación pese a los problemas es Cuba, que con su industria turística busca fórmulas para crecer y en este año pretende potencializar la ciudad de Cienfuegos por su singular arquitectura de gran atractivo para vacacionistas extranjeros.
El hecho de que Cienfuegos se ubique en el centro de Cuba facilita la llegada de turistas, además de que la región representa un importante atractivo por la exuberancia de su naturaleza.
La industria turística de Cienfuegos cuenta con 917 habitaciones hoteleras, oferta que se complementa con más de 1.200 capacidades de renta en hostales y casas particulares.
En 2019, Cuba no pudo cumplir el plan de recibir 5 millones de visitantes y en el presente año se propone alcanzar 4,5 millones.
En 2020 se sumarán además 4.000 nuevas capacidades hoteleras en Cuba, como parte de un programa de edificación de 224 nuevos hoteles, con 103.000 habitaciones para 2030, según autoridades cubanas.