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(Análisis) Protestas y elecciones muestran un cambio en la corriente promercado en América Latina
31 de octubre, (Reuters).-En las calles de Santiago y de Quito, y en las urnas en Buenos Aires, muchos sudamericanos han rechazado en las últimas semanas las agendas de libre mercado de sus líderes, a las que culpan de ahondar la desigualdad en la región.
El final de la "marea roja" de líderes izquierdistas que gobernaron América Latina en la década de 2000 dio paso en los últimos años a una serie de gobiernos más conservadores.
Pero si bien cada país tiene sus propios problemas, ha habido una reacción común contra las políticas "favorables al mercado" aplicadas por algunos de esos gobiernos, como la privatización de activos estatales, la reducción de subsidios públicos y la exposición de más aspectos de la sociedad a las fuerzas del mercado.
En Chile, que realizó reformas de mercado mucho antes que el resto de la región y es considerado por muchos como el paradigma del neoliberalismo, más de 1 millón de personas marcharon el viernes para protestar contra la agenda económica del multimillonario presidente Sebastián Piñera, en la manifestación más grande desde el regreso de la democracia en 1990.
La concentración siguió a una semana de disturbios en que al menos 18 personas murieron. La agitación comenzó luego de que el gobierno subió el precio del pasaje del transporte público en la capital, pero reflejó una ira acumulada por un curso económico que se ha mantenido inalterado a pesar de la creciente desigualdad.
Las protestas en Chile siguieron a violentas manifestaciones en Ecuador por un recorte a los subsidios a los combustibles, lo que obligó al gobierno a reubicar temporalmente la capital en Guayaquil.
Y en el rechazo probablemente más evidente a la austeridad y a las reformas favorables a las empresas, los votantes argentinos dieron el domingo la espalda al presidente conservador Mauricio Macri y eligieron al peronista Alberto Fernández, en un aplastante apoyo a una agenda decididamente más proteccionista.
Branko Milanovic, profesor visitante de la Universidad de la Ciudad de Nueva York y experto en desigualdad, dice que los desequilibrios provocados por la globalización han sembrado el descontento en América Latina.
La globalización de las últimas décadas provocó un aumento de los productos de bajo costo de países como China y expandió los mercados de exportación para las materias primas de América Latina, ayudando a impulsar el crecimiento económico, pero muchos en la región sienten que son los ricos quienes han recibido la recompensa.
Según algunas parámetros, Chile es uno de los países más desiguales de América Latina, pero también tiene el ingreso promedio más alto.
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