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Los pequeños Estados insulares pagan el precio más alto de la acción insuficiente contra el cambio climático
1 de octubre, (DW).-Los pequeños Estados insulares en desarrollo son un caso especial en la arena del desarrollo sostenible por su vulnerabilidad frente al cambio climático. La cuarta parte de su población vive a un máximo de cinco metros sobre el nivel del mar, que continúa subiendo y amenazando la propia existencia de algunos de estos países.
Por si fuera poco, muchos de ellos cargan con una deuda soberana que consume gran parte de sus recursos y les impide avanzar en la mitigación del fenómeno y la reducción de riesgos de desastres.
Ante esta realidad, los pequeños Estados insulares en desarrollo firmaron el viernes una declaración en la que destacaron la devastación que sufren continuamente debido a los impactos adversos del cambio climático, que no se limitan a los grandes desastres, y pidieron ayuda internacional para invertir en infraestructura resiliente y acceder a financiamiento.
Trayectoria de Samoa
El documento fue adoptado durante la reunión de alto nivel para Revisar las Modalidades de Acción Acelerada de los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo, también conocidas como Trayectoria de Samoa por haber sido acordadas en ese país en 2014, que tiene lugar en la sede de la ONU en Nueva York en el marco del debate de la Asamblea General.
La Trayectoria de Samoa es un plan de desarrollo en el que los Estados en cuestión se comprometieron entre otras cosas a apresurar el avance de los servicios básicos a la población, la creación de empleos, la construcción de obras públicas y la protección del medio ambiente y los derechos humanos. El documento también incluye un llamado amplio al apoyo internacional para implementar el plan.