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Analistas: crisis institucional en Perú deja al país polarizado y falto de liderazgo
1 de octubre, (DW).- La actual coyuntura política sumerge al Perú en un nuevo período de inestabilidad. La decisión del presidente Martín Vizcarra de disolver el Congreso nacional, si bien fue celebrada en las calles del país, de inmediato fue replicada por sus opositores, quienes lo suspendieron ‟temporalmente” acusándolo de haber dado un golpe de Estado. Así, la lucha de poderes en el seno de las instituciones peruanas llega a un crítico punto de no retorno.
‟Lo primero que se debe decir es que Vizcarra no dio un golpe. Aquí estamos ante una coyuntura inevitable”, afirma en conversación con DW Diego García Sayán, excanciller y exministro de justicia peruano. ‟Estamos en un contexto en el cual el Congreso le da la espalda a toda legitimidad ciudadana. Y al Gobierno no le quedó otra opción que este resquicio constitucional; de lo contrario el país se dirigía hacia la ingobernabilidad, donde se violentaban principios democráticos básicos como la designación de los miembros del Tribunal Constitucional”, señala.
El Ejecutivo y el Legislativo se mantenían en pugna constante desde hacía tres años, pero la situación alcanzó su clímax cuando el Congreso, de mayoría opositora, anunció el inicio de un proceso para elegir dos nuevos magistrados al Tribunal Constitucional. Esto, sin convocar previamente un concurso público, como se hace usualmente en el Perú.
El presidente Vizcarra, quien solicitó al Parlamento, bajo el rótulo de ‟Urgente”, que se detuviera el proceso y se abriera un período de postulaciones a nivel nacional, amenazó al Congreso con disolverlo si se desestimaba su demanda. Una solicitud que formalizó este lunes (30.09.2019) como una ‟cuestión de confianza”. Sin embargo, el Parlamento le dio prioridad a la elección de un primer magistrado, y eso derivó en la categórica medida del Gobierno.
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