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Los puertos de Latinoamérica y el Caribe cargaron más de 53 millones de contenedores en 2018
9 de abril, (ALN).- Dice la Cepal que la actividad portuaria en América Latina y el Caribe creció 7,7% en 2018 hasta superar los 53,2 millones de contenedores. Esta evolución se debe a la actividad de Brasil, México, Panamá, Colombia, Chile, Perú, Argentina, Ecuador, República Dominicana y Jamaica. Y es que estos 10 países significaron 84,1% del movimiento total de una muestra de 20.
La actividad de los puertos es un indicador que sirve para medir la importancia de los países en el comercio mundial. Ahora, gracias a un informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe de las Naciones Unidas (Cepal), se sabe que la actividad portuaria en la región creció 7,7% en 2018, hasta superar los 53,2 millones de contenedores cargados en los buques.
De esta forma, Latinoamérica y el Caribe representa 7,1% del movimiento de contenedores a nivel mundial, cinco décimas más que hace un año, cuando el peso de la región fue de 6,6%, según datos de la Cepal.
En el informe también se muestra cómo los 10 primeros países de una lista de 20 -Brasil, México, Panamá, Colombia, Chile, Perú, Argentina, Ecuador, República Dominicana y Jamaica, en este orden- representaron 84,1% del movimiento portuario en América Latina.
Por zonas, la actividad de la costa este de Suramérica se incrementó 12%. La costa oeste, en cambio, progresó 7%. En el Caribe el crecimiento fue de 12%, mientras que en Centroamérica sólo progresó la costa oeste 7%.
La zona México Golfo creció 8% en comparación con 2017, y México Pacífico 11%. Panamá, en tanto, presentó un crecimiento en su costa caribeña de 11% con respecto al total, mientras que la costa Pacífico registró una caída de 16%.
Cabe destacar la pobre actividad de Venezuela. Un país que hace seis años era capaz de movilizar hasta un millón y medio de contenedores anuales y que en 2018 apenas cargó 592.372 contenedores en sus puertos.
La cifra es inferior a países pequeños como Uruguay, Honduras y Bahamas y es otro reflejo de la crisis multidimensional (económica, política, social, migratoria, monetaria…) que padece Venezuela.