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El uso inteligente de la tierra trata de abrirse paso en América Latina
Santiago, 15 de junio, (IPS) - Los consumidores pueden ser aliados en controlar los procesos de desertificación en América Latina, donde se impulsan diferentes iniciativas para ponerle freno, como el manejo sostenible de la tierra, el avance hacia la neutralidad en la degradación de la tierra o la incorporación de la bioeconomía.
Ecuador es puesto como un ejemplo en la región de estas políticas, por su incentivo al consumo inteligente y saludable y la promoción de prácticas de uso sostenible de la tierra, por productores y consumidores.
Algo importante porque esa nación sudamericana tiene 47,5 por ciento de su territorio en proceso de desertificación y los mayores problemas están en el centro de su zona costera sobre el océano Pacífico.
“La inacción frente a la degradación de la tierra, provocará que en los próximos 25 años se podría reducir la producción mundial de alimentos en más de 12 por ciento, lo que provocaría un incremento de 30 por ciento en los precios de los mismos”: José Miguel Torrico.
Este viernes 15, se va a lanzar en dos de las provincias de esa zona, Loja y Manabi, la segunda etapa de un proyecto de Manejo Sostenible de Tierras (MST), promovido por la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (CNULD), con financiamiento de Corea de Sur, que ejecutan la FAO y el Ministerio de Ambiente.
El plan promueve el fortalecimiento de la capacidad de las comunidades afectadas por la degradación, después de que en la primera fase se invirtieron 348.000 dólares.
Juan Calle López, de la oficina en Ecuador de la FAO (Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura), dijo a IPS desde Quito que el objetivo del proyecto es “mejorar las capacidades de los actores locales, tanto comunitarios como institucionales, para abordar e implementar el MST en paisajes degradados”.
“El proyecto busca que sitios piloto sirvan de referencia para que las comunidades verifiquen los esfuerzos sobre MST y la potencialidad de las mismas para adaptarse a las condiciones locales”, detalló.
“También se busca que dichas prácticas tengan un enfoque de paisaje que integre el manejo de los ecosistemas remanentes y de las zonas agrícolas para mantener a largo plazo los servicios ambientales locales como regulación del ciclo hidrológico y un uso sostenible de la tierra”, subrayó.
Calle López explicó que “la intervención del proyecto trabajará conjuntamente con los gobiernos locales municipales y parroquiales y las asociaciones de productores para definir conjuntamente las mejores prácticas para cada zona dependiendo de las condiciones sociales y ambientales de cada sitio”.
“Los productores locales serán los socios directos del proyecto ya que su involucramiento es un requisito para desarrollar las diferentes prácticas en sus fincas”, en un proceso en que se aprovecharán herramientas ya experimentadas por la FAO y los resultados de la Evaluación Nacional de Degradación de la Tierra, realizada en el país en 2017.
Ecuador es también el país donde este año se va a celebrar el Día Internacional de Lucha contra la Desertificación, el 17 de junio, que en 2018 tiene como tema el papel de los consumidores en la gestión sostenible de las tierras, mediante sus elecciones de compra y sus inversiones.
Con el eslogan de “Las tierras tienen un valor. Invierta en ellas”, se trata, entre otros objetivos, de “incitar a los usuarios de las tierras a hacer uso de las prácticas de gestión de las mismas que mantienen las tierras productivas”, ha explicado Monique Barbut, secretaria ejecutiva de la CNULD, también conocida como UNCCD, su sigla en inglés.
Simbólicamente, el acto de la jornada se realizará en el monumento de la Mitad del Mundo, el lugar exacto de la línea ecuatorial, del que el país andino toma el nombre, para simbolizar la unión de los dos hemisferios, que se sitúa a unos 35 kilómetros de Quito, detalló a IPS el coordinador para América Latina y el Caribe de la CNULD, José Miguel Torrico, con sede en Santiago de Chile.