Foto:ONU.
Fortalecer la resiliencia climática es crucial para detener el aumento del hambre
12 de septiembre, (ElPaís).-La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y sus agencias socias (FIDA, UNICEF, PMA y OMS) acaban de publicar el informe El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo 2018. Este año se centra en la importancia de desarrollar la resiliencia climática para la seguridad alimentaria y una mejor nutrición.
Por tercer año consecutivo, el hambre en el mundo aumenta. El número absoluto de personas desnutridas ha ascendido a casi 821 millones en 2017, de alrededor de 804 millones en 2016. Estamos hablando de los mismos niveles que hace casi una década y, por lo tanto, somos testigos de una preocupante erosión y reversión de los avances logrados para erradicarla. Está claro que estos datos exigen que actuemos de forma mucho más contundente.
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