Estudio del BID revela el posible PIB per cápita cubano
Cuba, 23 de enero. (América Económica).- Un nuevo estudio publicado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), realizado por un equipo dirigido por el economista cubano y profesor de la Universidad Javeriana de Colombia Pavel Vidal, señala que el PIB per cápita de los habitantes del país caribeño es, en realidad, 4.000 dólares menor del que señalan las cifras oficiales.
Una nueva estimación que supone reducir en más de un 50% el PIB de los cubanos ya que, por ejemplo, en 2014, este habría sido de 3.016 dólares per cápita, según el estudio; en lugar de alcanzar los 7.177 que se obtendría directamente de las cuentas nacionales cubanas si se aplica la tasa de cambio oficial de la Isla. Y es que es, precisamente, este último aspecto el que explica la diferencia.
El motivo es que las cifras oficiales equiparan siempre el valor del peso cubano con el dólar estadounidense, lo que, a juicio del nuevo estudio, supone una sobreestimación artificial. No en vano, en Cuba existe dualidad monetaria. Por ello, en distintos sectores de la economía, existen distintas tasas de cambio en función de la utilización del peso convertible o CUC, o del peso cubano o CUP (no convertible).
De esta forma, el equipo encabezado por Vidal ha creado una fórmula que toma en cuenta estas premisas y ha obtenido el resultado señalado que, en términos de PIB per cápita, alejaría a Cuba de países como Colombia para situarlo en línea con otros como Bolivia, El Salvador o Guatemala.
Además, tomando en cuenta los precios relativos internacionales y la tasa de paridad de poder adquisitivo (PPA, por sus siglas en inglés), el estudio también muestra que Cuba habría perdido peso en la región. Así, en 1970, el PIB cubano en dólares corrientes por PPA era 5,3 veces mayor que el promedio de las economías de la región de similar tamaño; mientras que en 2011 era ya solo 1,5 veces mayor.
Esta caída relativa se debería, en parte, a factores demográficos como la emigración, el envejecimiento de la población o la baja natalidad, de forma que éstos explicarían el 25% de dicho diferencial. Pero, sobre todo, se debe a la baja productividad de la economía del país caribeño y a su descapitalización al tener una de las tasas más bajas de inversión en América Latina con un 12,7% como promedio en los últimos 20 años.