Economía china se expande en Latinoamérica
China es una súper economía con casi 1400 millones de habitantes. Su destreza para crecer y posicionarse en el tablero global en medio de una crisis financiera internacional ha hecho que buena parte del mundo mire al gigante asiático como una apuesta segura, superar a Estados Unidos como primera economía mundial es un hecho en desarrollo.
Su economía ha representado en los últimos años el 30 % del Producto Interno Bruto Global y está entre los primeros cinco países que más invierten en otros mercados.
Cifras de la Comisión Económica para América Latina (Cepal) ya sostienen que China se ha convertido en el mayor socio comercial del continente latinoamericano en lo que va de 2017, lo cual podría conducir a superar a Estados Unidos como principal socio comercial de la región.
Xi pone el ojo en América Latina y El Caribe
Latinoamérica ve en las inversiones chinas una puerta para transformar su estructura productiva. China es actualmente el segundo mayor socio comercial de la región, de ahí que las relaciones bilaterales estén encaminadas a la cooperación económica y comercial.
Las economías de China y de América Latina y el Caribe son los polos de crecimiento mundial del momento porque crecerán en los próximos años entre dos y tres veces más rápido que las economías industrializadas, estima la Cepal.
La inversión directa no financiera china en América Latina registró un crecimiento interanual del 39 por ciento y llegó a los 29.800 millones de dólares en 2016, según datos del Ministerio de Comercio de China.
América Latina se ha convertido en uno de los principales socios comerciales de China, por lo que no es una novedad invertir en yuanes en la región.
En 2009, Argentina firmó acuerdo de intercambio de divisas por 70 mil millones de yuanes, en ese mismo año Brasil manifestó intención de hacer lo propio, mientras que en 2011 Perú fue el primer país latinoamericano en abrir una cuenta comercial de liquidación en yuanes.
Uno de los logros de Xi desde su llegada a la presidencia ha sido la creciente presencia de China en el exterior en todos los aspectos, otorgando a América Latina mayor prioridad con una nueva estrategia enfocada en promover el desarrollo y la inversión, otorgar más apoyo a la cooperación financiera, generar nuevas energías mediante la articulación de industrias y crear nuevas oportunidades para la cooperación en conjunto.