Para recibir a estos viajeros y las nuevas aerolíneas, que también están apuntando a esta región, se hacen una serie de inversiones en infraestructura aeroportuaria, principalmente en las terminales consideradas como hubs aéreos latinoamericanos, como Miami (EU), Ciudad de México, Ciudad de Panamá, Bogotá (Colombia) y Lima (Perú), que tan sólo entre estos cinco suman un total de US$19.400 millones. También destacan otras inversiones en Centroamérica y en el interior de México.
La IATA considera que la infraestructura para la aviación en América Latina es insuficiente y tiene grandes retos, como los elevados costos de operación y los fuertes costos por impuestos.
No obstante, con base en algunos estudios, en Latinoamérica se necesitarán entre US$40,000 millones y US$60,000 millones de inversión en infraestructura, refiere Juan Rojas, socio director de la consultora ALG, quien destaca que parte del auge de las terminales está basado en el crecimiento económico, la reconversión del negocio de las aerolíneas y el impulso de las low cost.
Pero no sólo es necesario aumentar el espacio, estas infraestructuras deben enfrentar al viajero del futuro que es independiente, está informado y conectado, le gusta desplazarse sin interrupción o retraso y tiene actitud de autoservicio, así lo reveló el estudio que dio a conocer Filipe Reis, director regional de aeropuertos de IATA.