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Un déficit global de cobre se profundizará este año pues se prevé que aumente el número de minas sudamericanas afectadas por huelgas, aunque los analistas ya han descontado en los precios las eventuales disrupciones, halló un sondeo de Reuters.
Previamente este año, el mercado del metal rojo se vio afectado por una larga paralización de labores en la chilena Escondida, la mayor mina de cobre del mundo, y una huelga en la segunda explotación más grande, la indonesia Grasberg.
La semana pasada, trabajadores de la mina Zaldívar de Antofagasta en Chile votaron a favor de parar las actividades, mientras que los mineros peruanos planean comenzar una huelga nacional por tiempo indefinido el 19 de julio.
Analistas encuestados por Reuters duplicaron con creces sus estimaciones de un déficit global este año, a 44.000 toneladas desde 17.000 toneladas en la encuesta anterior, de mayo.
Pero los expertos prevén que la situación se revierta el próximo año y que el mercado pase a un superávit de 74.000 toneladas.
"Es muy probable que veamos más disrupciones este año (...) pero no serán tan severas y el impacto sobre el precio debería estar descontado en gran medida", dijo la economista Amy Li de National Australia Bank en Melbourne.
Es difícil que los precios reciban un impulso por las medidas de fuerza laborales. La mediana de las previsiones de 26 analistas para el precio promedio al contado del cobre en la Bolsa de Metales de Londres (LME, por sus siglas en inglés) en el cuarto trimestre era de US$5.726 la tonelada.
Esto representaría una caída de 3% desde el cierre del viernes.
El cobre en la LME acumula un ascenso de 8 por ciento en lo que va del año. Su avance es el cuarto en magnitud de los seis metales principales de ese mercado.
La escasez también es una preocupación para el aluminio, aunque los analistas se mostraron cautos sobre cuán exitoso sería el gobierno chino en implementar sus planes contra las plantas ilegales y contaminantes este año.