La proyección representaría apenas un tenue enfriamiento del crecimiento esperado de 6,7% en 2016, pero marcaría el séptimo año consecutivo de expansión más lenta, en momentos en que China busca contener una deuda excesiva y una inversión cada vez menos productiva a la vez que alienta el consumo.
El pronóstico de un crecimiento del 6,5% para 2017 se mantuvo estable desde el sondeo previo en octubre. Pekín anunciará el crecimiento del cuarto trimestre y el Producto Interno Bruto (PIB) del 2016 el viernes.
La economía china repuntó hacia fin del año pasado, respaldada por un mayor gasto del Gobierno y préstamos récord del sector bancario, lo que le permitió alcanzar la meta oficial de una expansión entre el 6,5% y el 7%.
Los economistas consultados señalaron que China probablemente creció a un firme 6,7% en el cuarto trimestre del 2016, el mismo ritmo que en los tres trimestres previos, según la encuesta.
No obstante, la decisión de duplicar el gasto le saldría muy cara, ya que los funcionarios estarán atados de pies y manos al buscar disminuir los riesgos financieros creados por el explosivo aumento de la deuda.
China reducirá su meta de crecimiento económico para el 2017 a alrededor del 6,5%, dijeron fuentes cercanas al Gobierno, reforzando un cambio de postura desde el respaldo al crecimiento hacia reformas para contener los riesgos del endeudamiento y las burbujas del mercado inmobiliario.
El crecimiento se debilitaría más, a un 6,2%, en el 2018, según mostró el sondeo de Reuters a 57 economistas, dado que China debería lidiar con un ratio de deuda que probablemente superará el 285 por ciento del PIB este año, según cálculos del gigante administrador de activos PIMCO.
Los analistas también prevén que la inflación promedie el 2,2% en 2017 y 2018, subiendo levemente desde un esperado 2% en 2016. La débil demanda mantendría los precios a raya pese al enorme salto en los precios al productor a fines del año pasado.
Menores tasas de interés en China presionarían para una depreciación del yuan, en medio de las expectativas de mayores tipos en Estados Unidos, que están incentivando al dólar. El yuan cayó un 6,6 por ciento frente al dólar en 2016, y estrategas monetarios estimaron en otro sondeo de Reuters que se debilitaría más de 4% este año.