Durante su campaña electoral, Trump amenazó con aplicar tarifas punitivas contra China a fin de reducir el déficit comercial de Estados Unidos, por lo que una declaración formal indicando que Pekín manipula a su divisa podría proveer el mecanismo para tomar la medida.
El martes, Trump emitió una serie de críticas contra Japón y China, al decir que los dos socios comerciales de Estados Unidos estaban devaluando sus monedas.
Las autoridades japonesas respondieron el miércoles a la acusación de Trump, al destacar que Japón estaba cumpliendo con un acuerdo alcanzado entre naciones del G-20 que pide evitar las devaluaciones de divisas por razones de competencia.
El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores en Pekín, Lu Kang, dijo que los problemas comerciales entre China y Estados Unidos deberían ser resueltos mediante negociaciones.
"China no ha utilizado y no utilizará nunca una guerra cambiaria para buscar ventaja o elevar la competitividad en el comercio", dijo Lu a periodistas en una rueda de prensa.
"No tengo intención de luchar una guerra comercial. Desde la perspectiva de largo plazo esto no beneficia a China", declaró.
Si bien se considera ampliamente que China mantenía bajo el valor del yuan para obtener ventajas comerciales hace unos 10 ó cinco años, muchos economistas dijeron que en el último año Pekín ha estado trabajando para impulsar la apreciación de su moneda.