Foto. Archivo @lapatilla
26/01/2016 / AFP / La erradicación de la pobreza en Latinoamérica y el Caribe y la supervisión del fin del conflicto armado en Colombia centrarán el miércoles en Quito la cumbre de la Celac, el foro que agrupa a todos los países americanos menos Estados Unidos y Canadá.
En el encuentro regional, al cual el presidente Mauricio Macri no irá por razones médicas, el presidente anfitrión, Rafael Correa, entregará la presidencia pro témpore de la Celac a su homólogo de República Dominicana, Danilo Medina, ante una veintena de mandatarios que ya confirmaron su asistencia.
Además de evaluar el panorama económico en la región, uno de los temas a tratar en la cumbre será la creación de una misión de Naciones Unidas (ONU) y representantes de la Celac, que verificará la inminente cese de armas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), en negociaciones de paz con el gobierno colombiano desde hace más de tres años.
El análisis de este tema se hará a pedido de Colombia, informó el canciller ecuatoriano, Ricardo Patiño, quien el martes presidirá la reunión de cancilleres previa a la cumbre.
Ambas partes “han planteado la importancia de que las Naciones Unidas puedan hacer una observación respecto a la decisión del gobierno de Colombia y de las FARC de hacer un cese bilateral de fuego y le han pedido a la ONU que con el apoyo de la Celac puedan hacer esa verificación. Eso va a ser considerado allí”, dijo Patiño a periodistas el pasado viernes 22 de enero.
Este lunes 25 de enero, el Consejo de Seguridad de la ONU adoptó por unanimidad una resolución que establece, entre otros puntos, el envío de una “misión política” -integrada por observadores internacionales desarmados- por un periodo de un año para participar en un “mecanismo tripartito” para “vigilar y verificar el cese bilateral y definitivo del fuego y de las hostilidades”.
Jeffrey Feltman, secretario general adjunto de Asuntos Políticos de la ONU, participará en la cumbre para discutir el papel de la Celac en ese cometido.
La fijación de una agenda de trabajo hasta 2020 para erradicar la pobreza extrema en los 33 países de la región, donde habitan unos 620 millones de personas (8,5% de la población mundial), protagonizará el debate de los presidentes el miércoles.
“Hay que acabar de afinar la agenda 2020. Esperamos que en los primeros meses de este año ya pueda acabar de tratarse. Hay temas en donde todavía es más difícil avanzar. Los temas económicos lamentablemente es en los temas donde hay más dificultades”, manifestó Patiño.
En un contexto de desaceleración económica y de caída abrupta del petróleo y otras materias primas, la Comisión Económica para América Latina (Cepal), un organismo de la ONU para la región latinoamericana, estimó que en 2014 había 167 millones de personas viviendo en situación de pobreza, de las cuales 71 millones estaban en la indigencia.
Frente a este escenario, la Celac comenzó en 2015 a delinear una estrategia de cinco ejes de trabajo: eliminación de la pobreza extrema, fortalecimiento de la educación superior, definición de una postura sobre el cambio climático, infraestructura para comunicación y financiamiento para el desarrollo.
Patiño reconoció que “la región, como todo el mundo, vive una situación difícil”, como consecuencia “particularmente de la caída de los precios de nuestros insumos”.
“Eso será con seguridad un punto de reflexión” durante la cumbre, apuntó.
Para el excanciller de Ecuador Marcelo Fernández de Córdova, hay dos aspectos que podrían complicar el camino para concretar acciones contra la pobreza: dificultades económicas y diferencias políticas.
“Se habla mucho de la lucha contra la pobreza y en la práctica hay tremendas dificultades. La situación de cada uno de los países es diferente y actualmente atravesamos una crisis que particularmente afecta a los países petroleros”, dijo a la AFP el diplomático.
Hay “diferencias fundamentales marcadas por temas ideológicos como es el caso de Venezuela, Ecuador y Bolivia frente a otros países que tienen una orientación distinta y van cambiando. En este momento hay el gran cambio en Argentina”, afirmó. (AFP)