Es necesaria una reforma en la industria del cacao para impedir que los agricultores se queden atrás, planteó el organismo. y sostuvo que se les debe pagar más por el grano.
Los beneficios económicos que genera la cadena de producción del cacao, que incluye exportaciones, ventas y empleos, se concentran en tres grandes empresas comercializadoras y procesadoras que acaparan entre 50 y 60 por ciento de la producción mundial del grano, mientras cuatro trasnacionales controlan más de 60 por ciento de las moliendas, aseveró el organismo al dar a conocer este jueves el estudio Industria del Cacao, los pequeños productores en la cadena de valor global.
El documento detalla que la empresa Barry Callebaut AG concentra 24 por ciento de la molienda de cacao mundial; le sigue Cargill con otro 17, ADM con 13 y Bloomer Chocolate Company con 7 por ciento.
También da cuenta de las cuotas de mercado que se reparten los principales fabricantes de chocolate. La lista está encabezada por dos compañías estadunidenses: Mars, con 9 por ciento, y Mondeléz International, con 8 por ciento; enseguida se ubican, con 6 por ciento cada una, la suiza Nestlé, la japonesa Meiji Holdings y la italiana Ferrero Group, mientras la estadunidense Hersheys Food Company tiene 5 por ciento del mercado. Después de ellas, con 2 por ciento de participación de mercado cada una, se ubican la argentina Arcor, la suiza Chocoladenfabriken Lindt y la japonesa Ezaki Glico, mientras la turca Uildiz Holding tiene uno por ciento de la producción de chocolates en el planeta.
La UNCTAD asevera que otros actores de la cadena, como fabricantes y minoristas, se benefician más que los campesinos que constituyen la columna vertebral de toda industria mundial del cacao, muchos de ellos ubicados en países pobres. La sostenibilidad de la producción cacaotera, insistió, se encuentra en situación crítica por su baja rentabilidad y la pobreza de los campesinos que lo cultivan.
Como resultado, la vida de los productores de cacao en países productores claves, como Costa de Marfil y Ghana, es generalmente pobre y eso desalienta a los jóvenes de entrar en el negocio. El informe indica que esto socava y amenaza la sostenibilidad de la economía del cacao si el problema no se soluciona mediante una acción concertada que incluya precios más altos para los agricultores, aseveró. Ello, puntualizó, resulta esencial para garantizar una economía cacaotera mundial sostenible y hacer que el sector sea una fuente viable de vida que atraiga a los jóvenes.
La UNCTAD recordó que en 1980 y 1990 hubo intentos de aumentar los precios del cacao con las reformas de apertura o liberación comercial que se dieron entonces pero, aunque aumentó la exposición de los agricultores a los caprichos de los mercados internacionales, no se dio ningún cambio significativo en los precios.
Por el contrario, advirtió, las reformas llevaron a alta concentración en los mercados de cacao y éstos se han caracterizado por la facilidad de acceso que tienen las empresas transnacionales a dicho recurso.
En su informe, el organismo propuso políticas públicas para integrar a los agricultores en el mercado mundial del producto, de conformidad con acuerdos internacionales, como el Programa Global de Cacao, adoptado desde 2012 durante la primera del sector realizada en Costa de Marfil, y también que concuerden con los Objetivos de Desarrollo sostenible que aprobó la ONU en 2015.
Entre dichas recomendaciones, la UNCTAD sentenció que deben reforzarse las leyes de competencia en cada país productor de cacao, pero también a nivel regional e internacional, hacer más transparentes los mercados para todos los jugadores, facilitar la formación de organizaciones de agricultores para potenciar su participación en el comercio y darles instrumentos de financiamiento y gestión de riesgos de precios, así como promover la diferenciación de su producto para que obtengan precios más altos.